Seis años de cárcel por meter droga en A Lama "para pagar una deuda"

La mujer tenía una cita con su marido en un vis a vis cuando fue sorprendida en un cacheo
La ahora condenada, durante la vista oral. DAVID FREIRE
photo_camera La ahora condenada, durante la vista oral. DAVID FREIRE

Aunque en presencia del tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra decidió acogerse a su derecho constitucional a no prestar declaración, en la fase de Instrucción, tras los hechos, había dejado claro lo ocurrido. Una mujer intentó introducir una importante cantidad de resina de hachís (más de 100 gramos) y algo más de tres gramos de cocaína "porque le estaban amenazando" en el interior del centro penitenciario. "Tenía que pagar una deuda, y conseguí la droga cuando estaba de permiso, fuera de la cárcel". Este testimonio, realizado con todas las garantías jurídicas, una parte fundamental para enervar la presunción de inocencia, unido al propio hallazgo de las sustancias y al testimonio de los funcionarios de la prisión que realizaron la incautación. Los hechos, agravados por haber sido cometido el delito por parte de la investigada en el interior de un centro penitenciario, acarrean una pena de seis años de prisión y una multa de algo más de 1.000 euros.

El dictamen explica que sobre las 15.30 horas del 23 de julio de 2018, la acusada, que estaba interna en el centro, tenía programada una comunicación intermodular con su marido, interno en el mismo penal provincial del interior pontevedrés.

Con motivo del citado vis a vis "y antes de que tuviera lugar", reza la sentencia, "se procedió a realizar un cacheo a la acusada por parte de la funcionaria de prisiones, comprobando que ocultaba en su interior, y con la finalidad de entregárselo a su pareja, diez bellotas de una sustancia que, tras ser analizada, resultó ser resina de hachís con un peso total de 104,2 gramos y un valor de 593,94 euros, así como dos envoltorios que contenían un total de 3,5 gramos de una sustancia que resultó ser cocaína con una riqueza del 91,22 por ciento y un valor de 436 euros.

"Reconoce abiertamente que lo que introdujo en el centro penitenciario era droga y que la finalidad era entregársela a su marido porque tenía una deuda, con lo que a su vez éste la iba a transmitir a terceros, bien fuera para venderla o para pagar la deuda", añade el auto, otorgando plena validez a la declaración inicial y a pesar de que en la Audiencia optase por el silencio. La condena puede ser recurrida ante el TSXG.

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