Tres años y medio de prisión para un corredor de seguros que estafó a unos 30 clientes

Durante seis años, el empresario modificó primas y llegó a imitar firmas para derivar más de 70.000 euros a cuentas de su mujer y su hija
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photo_camera El acusado era el delegado de Mapfre en Pontevedra. DP

El responsable de las oficinas de la aseguradora Mapfre en Pontevedra asumió este jueves una condena de tres años y medio de prisión por quedarse el dinero de más de 30 de sus clientes. La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial resolvió mediante un acuerdo de conformidad el juicio previsto contra este hombre por los delitos continuados de falsedad en documento mercantil y apropiación indebida.

Inicialmente la Fiscalía pedía cinco años de cárcel para el acusado y una multa de doce meses con una cuota diaria de 10 euros.

Sin embargo, en virtud del acuerdo alcanzado antes de la celebración de la vista oral, el acusado reconoció la autoría de los hechos y aceptó una condena de 3 años y 6 meses, además de una multa de 10 meses con una cuota diaria de 6 euros (en total 1.800 euros) que en caso de impago será conmutada por un día de privación de libertad por cada dos cuotas no abonadas.

Como indemnización, el acusado deberá abonar a Mapfre la cantidad de 66.228,93 euros y otros 4.475,60 a una de las mujeres a las que estafó.

La aseguradora ya resolvió la cuestión económica con los afectados, al haberles indemnizado en su momento, pero la mujer prefirió presentarse en el tribunal por su cuenta para defender su caso.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, que reconoció el corredor de seguros, entre el mes de noviembre de 2007 y el de diciembre de 2013, "movido por la intención de obtener un beneficio económico y aprovechando la facilidad que le reportaba su cargo para tener acceso a la documentación de las entidades y la depositada por los clientes", se apropió del dinero de más de 30 clientes llegando incluso a imitar sus firmas.

En virtud de su confesión, se consideran hechos probados, que el acusado realizó reembolsos a cuentas bancarias a nombre de su esposa y de su hija, modificó los pagos de primas y usó documentación que tenía a su disposición sin la autorización de los titulares. La sentencia es firme y contra ella no cabe recurso.

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