Anselmo Villanueva: "La gente prefiere vivir en un piso rehabilitado que en uno nuevo"

El nuevo presidente de la Delegación de Pontevedra del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) anima a los estudiantes a optar por esta carrera técnica

JAVI Ruinas de Santo Domingo. Nuevo presidente colegio de arquitectos de Pontevedra. Anselmo Villanueva. 629844301
photo_camera Anselmo Villanueva. JAVIER CERVERA

DESDE 2015 ocupaba el puesto de secretario de la Delegación de Pontevedra del COAG, una entidad que cuenta con alrededor de 300 colegiados. Anselmo Villanueva Peón (Marín, 1981), que resultó elegido presidente de la entidad colegial el pasado día 27 de mayo, posee un estudio de arquitectura en la villa marinera desde 2007 que está especializado en la restauración y rehabilitación de viviendas, trabajos de urbanismo, diseño de interiores, construcción de edificios de nueva planta, asesoramiento y diseño industrial.

¿De cuántos años es el mandato en la Delegación del COAG?
Cada mandato es de cuatro años y solo se puede repetir dos veces consecutivas, es decir, solo se puede ser presidente un máximo de ocho años. En el anterior formaba equipo con Manuel Abelleira (que era el presidente) y María Pierres (tesorera, que pasa a ser la secretaria de la nueva directiva). Al nuevo equipo también se incorpora Carlos Berride, que ocupa el cargo de tesorero.

¿Qué objetivos se han marcado en esta nueva etapa?
En primer lugar continuar la labor iniciada por el equipo que presidía Manuel Abelleira, en la que figura el desarrollo de un programa cultural, en la que destaca la entrega de los premios Gran de Area, que tendrá lugar en Pontevedra hacia final de año. Además, aprovechando que la semana próxima comienza la Selectividad hacemos un llamamiento para que los alumnos que empiezan en la universidad estudien arquitectura por vocación, pero que no vayan a pensar que esto es la panacea y que se van a hacer millonarios. La educación estética debería comenzar desde la cuna y que en los colegios se vaya teniendo en cuenta la arquitectura, que no deja de ser algo social que va a hacer que vivamos en un mundo mejor, incluso en la concepción de las viviendas. Es muy importante que la sociedad tenga conciencia de que la arquitectura existe, de que es necesaria y que es algo natural. No queremos que se vea al arquitecto como alguien al que recurrimos porque necesitamos obtener una licencia, sino que la gente tiene que darse cuenta de que somos necesarios porque vamos a mejorar todos los aspectos de la vida, de la convivencia, de la relación entre personas con el entorno y de la sostenibilidad.

Anselmo Villanueva vislumbra un "futuro muy esperanzador" para la construcción

¿Cree que con esa concienciación se podría acabar con el feísmo y la degradación del entorno?
Todo ayuda. Comenzó a haber mucho feísmo a partir de la crisis económica y de la promoción urbanística desenfrenada con todos los esqueletos de edificios que están sin terminar. Se está poniendo solución a esta situación por todos los medios, incluso a través de normativas dictadas por la Administración.

¿Cuál cree que será el futuro de la construcción tras la crisis del ladrillo?
El futuro es muy esperanzador. Nunca más se va a repetir el desenfreno económico, o por lo menos no va a volver a corto plazo. Las crisis hacen que nos replanteemos el panorama y pongamos en valor gran parte de lo que tenemos. Así, el pasado 22 de mayo entró en vigor una ley nueva de la Xunta sobre renovación, rehabilitación y regeneración urbana (las tres erres) que viene a demostrar un cambio en los paradigmas y en la sociedad. Porque ahora la gente no tanto quiere vivir en un piso nuevo porque ve que tienen un montón de problemas, sino que quiere residir en su vivienda rehabilitada con una mejor calidad de vida en cuanto a materiales y acabado. Ya no valoramos tanto tener un piso nuevo sino rehabilitado con materiales tradicionales e incluso novedosos. Ahí es donde entra en juego la arquitectura y la vanguardia. Hay una tendencia hacia la recuperación de las antiguas viviendas con nuevos modelos. En síntesis, se trata de recuperar los contenedores antiguos y habitarlos de una forma contemporánea, porque a nadie se le ocurre entrar a residir en una vivienda donde había habitaciones interiores y pasillos sin ventilar. Nos interesa mucho habitar es cascarón de una forma contemporánea en la que haya calidad de vida.

Se están dando pasos importantes en la mejora de la accesibilidad pero aún queda un camino muy largo por andar

¿Son necesarios los arquitectos para la realización de esas reformas interiores?
Absolutamente porque son quienes controlan el espacio, lo dominan y tienen el conocimiento para efectuar ese tipo de trabajos con total garantía. El arquitecto es el único profesional que tiene capacidad para eso.

¿En qué punto se encuentran las mejoras de la accesibilidad?
Se están dando pasos importantes pero aún hay un camino muy largo por andar. La accesibilidad universal a las viviendas es uno de los campos fundamentales de trabajo de muchos compañeros. Es necesario garantizar que cualquier persona con problemas de movilidad o familias con un niño pequeño puedan subir la silla de ruedas o el carrito del bebé a las estancias de un inmueble sin tener que subir cuatro escalones para entrar en el ascensor. Esto, que es de sentido común, hasta hace no mucho tiempo parecía que se hacía al revés. Hoy en día hay un campo de trabajo muy importante en el que están inmersos muchos compañeros arquitectos, colaborando con las empresas para poder dotar a los edificios de una accesibilidad universal.

"Exigimos a las administraciones que acorten los plazos para la concesión de licencias"
¿Hay algún asunto concreto que esté pendiente de conversación con las administraciones?
Uno de los retos que tiene por delante la nueva junta directiva de la Delegación de Pontevedra del COAG es continuar el diálogo con los representantes políticos y con los técnicos de los concellos de nuestro ámbito en un tema candente que los colegiados nos están continuamente reclamando: acortar los plazos de concesión de licencias y que las instituciones públicas no pongan tantas trabas a la hora de conceder las correspondientes autorizaciones. En este sentido, hay que destacar la labor del equipo de trabajo que tenemos en el Colegio, del que formo parte junto a Carlos Berride, María Pierres y Ana Couto, que ocupa una de las vocalías de la Delegación del COAG. Nos comprometemos a hacer todo lo posible para que las administraciones acorten los plazos para la concesión de las licencias.

¿Cómo valora el trabajo de su antecesor en el cargo?
Es de justicia poner en valor el importante trabajo que venía desarrollando el equipo de Manuel Abelleira, a quien le tenemos mucho cariño y al que le estamos muy agradecidos por la labor realizada. Tomamos el testigo de un presidente que ha sabido dirigir muy bien la Delegación en unos tiempos muy difíciles.

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