Una lucha contra sus propios límites en busca de una plaza en el cuerpo de la Policía Local de Pontevedra o en el Parque de Bombeiros de Vigo. Cerca de 30 aspirantes que ya habían superado las pruebas teóricas, gran criba en este proceso opositor, se batieron el cobre en la mañana del jueves en las instalaciones del Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD) en unas exigentes pruebas físicas supervisadas por David y Carlos Ferrer, atletas de nivel nacional que entrenan habitualmente en las instalaciones.
El mayor número de opositores, 23, aspiraban a alguna de las tres plazas vacantes para la Policía Local de Pontevedra. La primera prueba, los 50 metros lisos, que requería una marca de 7 segundos y 40 centésimas para seguir vivo, ya se cobró las primeras víctimas. Solo 17 de ellos entraron en el gimnasio del centro deportivo, en busca de la barra fija. Las temidas dominadas fueron un escollo que todos superaron.
Daniel Macenlle, jefe de la Policía Local, apremiaba a los organizadores. "Que non enfríen os rapaces", decía. Por delante aún restaban la prueba de salto horizontal, que también se realizó en el interior, y la de natación, apenas 25 metros en 24 segundos, tal vez la marca más sencilla de alcanzar para la mayoría.
El anillo de atletismo tendría algo más que decir. Los 1.000 metros en menos de 3 minutos y 30 segundos dictarían sentencia.
Paralelamente, opositores a una plaza de bombero-conductor del Concello de Vigo se esforzaron para alcanzar el ansiado objetivo.
