"Antes había arraigo, ahora todo se basa en la oferta y la demanda"

Los presidentes de las dos principales sociedades de Pontevedra, Jaime Olmedo Suárez-Vence y Roberto José Vega Castro, lo tienen claro: los nuevos tiempos y la multiplicación de la oferta han causado un declive cuya solución pasa por la juventud. Y para atraerla de nuevo, hay que agudizar el ingenio
Ambos presidentes se dan la mano a las puertas de Diario de Pontevedra. OUBIÑA
photo_camera Ambos presidentes se dan la mano a las puertas de Diario de Pontevedra. OUBIÑA

Vivimos en la sociedad de la información, donde las nuevas tecnologías han revolucionado absolutamente todo: el ocio, la cultura, las relaciones sociales. Un cambio asociado al progreso que ha visto nacer nuevas formas de relacionarse y ha restado protagonismo a otras más tradicionales.

En ese segundo bloque se encuentran los liceos y las sociedades mercantiles,que ven cómo su época de esplendor ha empezado a oscurecerse hasta dejar de ser el gran referente de antaño.

Pontevedra es de las pocas ciudades de España que puede presumir de tener aún en activo dos entidades históricas: el Liceo Casino, con 167 años de antigüedad, y el Casino Mercantil e Industrial, al que le faltan solo seis años para ser centenario.

Sus dos máximos responsables, Jaime Olmedo Suárez-Vence y Roberto José Vega Castro, analizan en Diario de Pontevedra el pasado, el presente y el futuro de ambas sociedades. Y sus conclusiones son absolutamente coincidentes.

Origen


J.O: "El Casino, como en muchos otros sitios de España, nació como una inquietud cultural de la burguesía de la época. De hecho, se empezó llamando Liceo y así figura en nuestra fachada, junto a los símbolos de las artes. Luego ya fue derivando hacia actividades más lúdicas y sociales, que fue cuando yo lo conocí de niño".

R.V: "El Mercantil fue fundado por un grupo de comerciantes e industriales de Pontevedra y en sus comienzos, la mayoría eran socios de ambas entidades. Su filosofía era convertirse en un club social, donde disfrutar en familia del tiempo libre".

Presente


J.O: "Ahora mismo hay muchísima oferta cultural, ya no solo en Pontevedra. Por eso nos apoyamos más en la actividad deportiva, que es una de las patas fundamentales de nuestras sociedades para permanecer vivas y activas. La gastronomía es otra parte primordial y una asignatura pendiente". 

R.V: "Las sociedades tienen a desaparecer en España hoy en día porque ha cambiado muchísimo el escenario. En nuestro caso luchamos para que no ocurra, pero sí que ha habido una bajada importante de socios en los últimos tiempos, derivado sobre todo del cambio de chip de las nuevas generaciones".

Jaime Olmedo, presidente del Casino: "Ahora mismo hay muchísima oferta cultural; por eso el deporte y la gastronomía son dos patas fundamentales"

Futuro


J.O: "En Pontevedra hay mucho arraigo a pertenecer a alguna sociedad. La prueba la tenemos en la antigüedad de ambas. Debemos mejorar muchísimo la oferta de actividades, sobre todo deportivas, y adecuar instalaciones para acoger al sector económico y financiero, y pueda organizar sus congresos, eventos, etc. Pontevedra carece de un club financiero y nos gustaría que nuestros socios tuvieran también un lugar para reunirse".

R.V: "El futuro está en el deporte, claramente. Y hacia ahí nos debemos orientar, aumentando la oferta y que los socios puedan elegir. Sobre todos los jóvenes".

¿Hay declive?


J.O: "Todas las sociedades, a lo largo de la historia, pasan por altibajos. La pandemia nos golpeó muy duramente, con dos años sin poder organizar nada ni acometer obras que nos hubiera gustado hacer. Pero yo diría que hay dos tipos de socios: los que por tradición y por cariño al Casino siguen ahí, y otros -los más jóvenes- que deciden si entrar o no en función de los servicios que encuentren. Ahí falta la vinculación afectiva, porque nosotros no somos un gimnasio, ni un cine, ni un restaurante, ni una empresa de servicios... somos todo eso, pero bajo una relación social. Así que puede que haya declive en algunos casos, pero porque hay muchísima competencia".

R.V: "Los tiempos van cambiando. Antes la gente demandaba un sitio tranquilo, un punto de encuentro, un lugar para distraerse en familia y con amigos. Ahora todo es diferente. Percibo que la juventud de ahora no tiene el nivel de fidelidad que antes sí había. Ahora se da de alta o no según lo que se le ofrezca. Ya les da igual si sus padres o abuelos fueron socios, vienen con otras ideas".

La juventud: el gran desafío


Ambos presidentes tienen claro que el futuro pasa por volver a ilusionar a los jóvenes, atraerles hacia las sociedades y ofrecerles lo que a veces buscan fuera.

J.O: "Debemos tratar de fortalecer las relaciones sociales a través de las familias. Que se den a conocer nuestras instalaciones entre los no socios para captar su interés e incorporarlos. Gran parte de la solución está en la base de la masa social".

Jaime Olmedo, presidente del Casino: "Que tus propios socios te pongan palos en las ruedas a tu gestión, duele mucho"

R.V: "La nuestra es una sociedad muy familiar, por encima de todo. Por eso queremos fomentar que los matrimonios jóvenes con niños pequeños conozcan nuestras instalaciones, las disfruten, participen en las actividades... Por ejemplo, me encanta que mi hijo de 10 años esté allí, con chavales de su edad, jugando, haciendo deporte, relacionándose... Y mientras tanto, yo también estoy disfrutando del Parque de una forma tranquila y relajada".

¿Cuánto cuesta ser socio?


Las sociedades siempre han tenido que lidiar con el sambenito de ser elitistas y al alcance de pocos bolsillos, sobre todo el Casino. Jaime Olmedo y Roberto Vega desmienten esa fama y arrojan luz a todas las cifras.

J.O: "La cuota de ingreso es de 2.700 euros, y la mensual familiar es de 40 euros".

R.V: "Nosotros cobramos 264 euros (que se corresponden con el pago por adelantado de los seis primeros meses) y después una cuota de 44 euros al mes. Además, cada nueva alta debe estar avalada por un socio con más de cinco años de antigüedad. Precisamente para preservar ese espíritu familiar".

¿Por qué las cuotas de alta?


J.O: "No es por una cuestión elitista o para limitar el acceso de ciertas personas. Eso de que el Casino es solo para pijos es una falsedad, porque los socios se levantan por las mañanas para ir a trabajar igual que los demás. Pero vimos que otras sociedades que la habían quitado se encontraron de repente con el problema de que tenían muchas altas en junio, para disfrutar de las instalaciones en verano, y en septiembre llovían las bajas. Así es imposible mantener el coste de un servicio que dura todo el año. Y por eso la cuota de entrada: para fidelizar la masa social y garantizar una estabilidad financiera. Porque, insisto, no somos una empresa de servicios".

Roberto Vega, presidente del Mercantil: "La juventud de hoy en día no tiene el grado de fidelidad que había antes. Ahora solo les preocupa lo que se les ofrezca"

R.V: "Nosotros la tuvimos y después se quitó, en lo que creo que fue un error. Y volver a mentalizar a la gente de que la queremos retomar es complicado, pero si llegamos a un tope de socios hay que poner alguna barrera para que no haya masificación y los socios puedan disfrutar de las instalaciones cómodamente".

¿Cuáles son sus topes?


A todas las entidades les gustaría tener cuantos más socios mejor, por una cuestión económica: más cuotas es igual a más presupuesto. Pero un exceso desmedido corre el riesgo de hacer morir de éxito el proyecto. Por eso Casino y Mercantil se marcan límites.

J.O: "Ahora mismo somos 2.172 socios. El techo estaría en los 2.500, aproximadamente".

R.V: "Tenemos poco más de 500 y nuestro deseo sería subir esa cifra hasta llegar al tope de los 1.200".

Proyectos a corto plazo


J.O: "Nosotros tenemos una superficie de 2.000 metros cuadrados en el Parque de A Caeira que debemos aprovechar muy bien. Yo quiero apostar por el pádel, un deporte muy de moda que lo demanda todo el mundo, e instalar varias pistas dentro del pabellón cubierto. Seguir con el gimnasio, que es de muy buena calidad, y mantener las actividades relacionadas con la piscina. Gastronómicamente también queremos hacer cosas, pero económicamente hoy todavía no es el momento".

R.V: "Tenemos muchísimas cosas en mente. Pero poco a poco, siempre pensando en la economía. Estamos instalando ya tres pistas de pádel en el pabellón cubierto del Parque de Mourente, porque como dice Jaime, es lo que demandan los socios, y se complementarían con las otras de tenis. También queremos montar un gimnasio en condiciones, porque el actual se queda pequeño, y construir un campo de fútbol de hierba sintética".

¿Se sienten respaldados?


Presidir una junta directiva de forma altruista siempre es una labor ingrata, porque detrae muchas horas del tiempo libre y, a veces, incluso cuesta dinero. Y roza la amargura cuando no se valora ni respeta ese esfuerzo.

J.O: "Muchas veces he notado la falta de empatía de algunos socios con el trabajo de la junta directiva. Que te pongan palos en las ruedas, aunque provengan de una minoría, duele. Porque no se tiene en cuenta el trabajo y la dedicación que hay detrás. A nivel de administraciones y otros sectores de la sociedad, no tengo queja ninguna. Hay una implicación total y se nos respeta mucho".

Roberto Vega, presidente del Mercantil: "El momento más amargo para la entidad fue tener que vender la sede de Andrés Muruáis por la grave crisis económica"

R.V: "Estamos en medio de la sociedad pontevedresa. Formamos parte de ella y participamos en su día a día. La interconexión es total. Y coincido con Jaime en el malestar que provoca que las críticas y los reproches te lleguen desde dentro de tu propia casa, sin apreciar que pierdes horas de estar con tus hijos, con tu familia. Hay que respetar el esfuerzo que se hace, aunque no se esté de acuerdo con la gestión".

Agradecimientos


R.V: "Tanto mi directiva, que lo está dando todo, como los empleados del Mercantil se están portando ejemplarmente con la sociedad. Todos están tirando del carro todo lo que pueden en esta nueva etapa. Hay que tener un reconocimiento para todas las directivas y equipos humanos que consiguen mantener a flote a las sociedades a pesar de las dificultades".

J.O: "Con el añadido de que ni en el Casino ni en el Mercantil hay gerentes, por lo tanto, nosotros tenemos que gestionar absolutamente todo".

Los peores momentos


Todas las entidades tienen un capítulo negro en su historia, bien por circunstancias ajenas, bien por errores propios.

J.O: "Nuestro peor momento fue, sin duda, el 14 de abril de 1980, cuando ardió todo. Fue el golpe más duro, porque perdimos toda nuestra memoria. De hecho, me gustaría crear una fototeca con aportaciones de fotos antiguas de los socios. Al menos, para recuperar vestigios gráficos de las fiestas que allí se celebraban. Y hay que darle las gracias a aquel grupo de socios que cogieron los mandos de la nave y reconstruyeron todo".

R.V: "El peor trago del Mercantil llegó el 14 de diciembre de 1990, con la venta obligada del edificio de Andrés Muruáis al Catastro debido a la gravísima crisis económica que sufrió la entidad. La operación se cerró en 278 millones de pesetas. No voy a entrar en las causas que condujeron a aquella situación, pero es cierto que por culpa de ella tuvimos que deambular durante unos años por instalaciones en precario hasta que dimos con el edificio actual. La verdad que fue un golpe muy duro, porque aquel edificio era nuestro emblema".

Polémica: "La presentación de las chicas es una fiesta. Quien quiera ver otra cosa, es su problema"
Después de dos años de parálisis casi absolut por la pandemia, la primavera y el verano marcarán el retorno a unas rutinas que la ciudadanía anhela fervientemente, como lo acredita su masiva participación en todos los eventos recuperados hasta la fecha.

La programación del Casino y del Mercantil también resucitará de su letargo, en forma de sus emblemáticos eventos sociales.

R.V. "Para empezar, destacaría la fiesta blanca, que se celebra a principios de julio y es muy simpática, porque tiene un aire con las fiestas ibicencas y marca el inicio del verano. Antes están otro clásico, la noche de San Juan, y una fiesta que a mí me gusta muchísimo: el homenaje a los socios de honor. Es nuestra celebración más emotiva, porque es gracias a ellos que nosotros estamos aquí"

Baile de La Peregrina

Pero, sin duda, decir Casino es decir Baile de la Peregrina. La entidad trabaja ya en la organización de este año, que promete volver a ser multitudinaria. Y con el componente de la presentación en sociedad de hijas de socios, un clásico cada vez más criticado por ciertos sectores de la ciudadanía local.

J.O. "La pregunta sería: ¿Le hacemos daño a alguien por mantenerlo? Es una simbiosis entre la tradición y el presente. Es cierto que ya no tiene el propósito inicial, cuando las chicas no salían de casa y era una forma de darse a conocer. Pero sigue siendo una fiesta para ellas, sus familias y sus amistades. No hay más. Y quien quiera ver otra cosa, es su problema".

Día del Socio

R.V: "Nosotros, al igual que el Casino, tenemos en el Día del Socio nuestra cita más emocionante y bonita, porque imponemos la insignia de oro del Mercantil a los más veteranos, a los que llevan toda su vida, colaborando y a veces sin llegar a venir por la sociedad. Es lo que hablábamos antes de fidelidad, de arraigo. De mantener su segunda casa. A mayores, tendremos fiestas ibicencas en la piscina de Mourente, bailes de Carnaval, celebraciones navideñas...".

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