Una antigua pista y nuevos datos, claves en la reactivación del caso Sonia Iglesias

Serafín Castro, el comisario jefe de la UDEV que dirigió la investigación durante cuatro años, apunta que "el cadáver se va a localizar; tal vez ahora mismo no, pero sí que hay muchas más posibilidades que antes de que aparezca"

Julio Araújo, saliendo de Comisaría el pasado miércoles. DAVID FREIRE
photo_camera Julio Araújo, saliendo de Comisaría el pasado miércoles. DAVID FREIRE

La fulgurante reactivación del caso Sonia Iglesias ha desatado una expectación sin igual entre la ciudadanía, ansiosa por conocer nuevos detalles de la investigación. Una de las preguntas más formuladas es qué novedad se ha producido para dar pie al despliegue en San Mauro y la imputación, de nuevo, de Julio Araújo y de su hermano David.

Serafín Castro es el ex comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada que inició la investigación en 2010 y la dirigió hasta que se jubiló tres años después. Pese a la distancia (reside en Alicante), este ourensano sigue muy de cerca el caso y maneja información de primera mano, pues como él mismo reconoció, no haber podido resolver la desaparición de Sonia Iglesias ha sido la espina que le ha quedado clavada tras 40 años de servicio plagados de grandes éxitos policiales, como el hallazo de los niños de Córdoba en 2012.

Con la obligada discreción para no desvelar datos que puedan alterar las pesquisas, comenta que "en una investigación de este calado en cualquier momento salta la chispa; cualquier detalle que a una persona ajena al caso no le diría nada, para nosotros puede resultar fundamental, porque se puede asociar con otras cosas y entonces todo encaja. Y así ha sucedido", asegura para añadir que "no me sorprende absolutamente nada" la reactivación del caso.

Sobre los nuevos elementos, matiza que "no era un cabo suelto. Eran informaciones de hace algún tiempo a las que no se le daban importancia, pero ultimamente ha sucedido algo que hizo pensar coño, pues sí cabe la posibilidad de eso. Y ante la mínima posibilidad se ha reactivado el tema".

Serafín Castro: "David Araújo fue investigado desde el comienzo, porque teníamos claro que la desaparición de Sonia no podía ser obra de una persona sola"

 

"Digamos que eran unos datos (que obviamente no se pueden revelar) que ya se sabían cuando yo estaba en activo, dirigiendo la investigación, y en aquel entonces no se tuvieron en cuenta, porque no parecían relevantes. Pero al hilarlos con lo que se acaba de saber ahora, pues ha tenido mucha más importancia", apunta Castro.

Agrega que "en este tipo de investigaciones, hasta que tienes pruebas determinantes no se puede decir que existe una base sólida. Pero tampoco se puede decir que sea un disparo al aire por lo que pueda pasar, sino que, siguiendo con el símil, es un disparo muy bien orientado. Otra cosa es que al final dé en el blanco".

Sobre la implicación de David Araújo, hermano de Julio, el ex comisario tampoco se sorprende, porque "desde el primer momento ya lo tuvimos en cuenta, pues teníamos claro que la desaparición de Sonia no podía ser obra de una persona sola. Y dentro de ese escenario posible entraría la figura de David".

En cuanto al intenso rastreo efectuado en la casa que compartieron antiguamente Julio y Sonia en San Mauro, puntualiza que "ya no estoy dentro de la investigación y desconozco los motivos, pero en mi opinión eso se ha hecho simplemente para no dejar nada al aire, pero... no sé. Recuerdo que en la investigación de los niños de Córdoba, un coche salía para un lado y todos los periodistas detrás; mientras, nosotros íbamos a donde realmente teníamos que ir". No obstante, es tajante al afirmar que "el cadáver se va a localizar. Tal vez ahora mismo no, pero sí que hay muchas más posibilidades que antes".

"Julio Araújo conoce la película de arriba a abajo"

Serafín Castro comparte con la familia de Sonia Iglesias que Julio Araújo "calla más de lo que cuenta en los interrogatorios". De ahí que "era y es el sospechoso número uno, porque conoce la película de arriba a abajo".

El veterano policía explica que "a los que tenemos cierta experiencia, nos basta hablar tres o cuatro veces con una persona para saber más o menos de qué va. Pocas veces nos equivocamos; otra cosa es que se pueda llegar a demostrar".

Una barrera que se suma al mutismo de Julio a la hora de aportar información.