Apartan del servicio a un guardia civil que ejercía de pintor estando de baja

Una investigación interna en el seno de la Comandancia de Pontevedra determinó que el funcionario cometió una "falta muy grave"

Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El Tribunal Militar Central ha dictaminado que la sanción de siete meses de suspensión de empleo dictada por la Dirección General de la Guardia Civil contra un agente de la Comandancia de Pontevedra se ajusta a derecho, sin perjuicio de un posterior recurso ante el Supremo. El juez entiende que se considera acreditado que el funcionario expedientado por una "falta muy grave" ejercía de pintor a domicilio mientras se encontraba de baja, incumpliendo el régimen de incompatibilidades que impera en el seno del Instituto Armado.

Los hechos fueron investigados por un teniente y un comandante destinados en Pontevedra, por orden de un capitán. Ambos pudieron observar al ahora sancionado abandonando un establecimiento de venta de pinturas ubicado en el polígono de O Vao, del que, según constataron, "era cliente habitual", con materiales y útiles de pintura "que cargaba en su furgoneta, dirigiéndose a continuación a un domicilio particular de Marín".

Los investigadores constataron que el agente salía del inmueble con restos de pintura en las manos y en compañía de otro guardia civil. Ambos les manifestaron que estaban de visita en casa de un amigo. Sin embargo, la dueña de la casa confirmó que los agentes llevaban dos días trabajando en su domicilio. El sancionado, que se hallaba de baja médica, llamó ese mismo día a la Comandancia de Pontevedra para comunicar su situación de alta.

El Tribunal Militar que confirma el dictamen no albergó duda alguna de lo ocurrido, manifestando la existencia de seis testigos y la propia declaración del agente investigado, que dijo que había acudido a pintar la habitación de la hija de un amigo.