DIARIO DE UN CONFINADO

Apocalipsis

10:45
Despierto, me bebo un vaso de agua con mis pastillas de colores y me como un plátano. Los plátanos son ricos en potasio y ya le digo yo por experiencia propia que si usted no come potasio se le baja la tensión. A lo largo del día comeré plátanos como un chimpancé adulto.


11:30
La habitual rueda de prensa de los responsables de la crisis de la pandemia genera un enorme revuelo, cuando el de la Guardia Civil dice que están trabajando para "minimizar el clima contrario a la gestión de la crisis por parte del gobierno". ¡Huy, lo que ha dicho! Respondía, por cierto, a una pregunta sobre la reacción ante los bulos que no dejan de circular desde hace un par de meses, entre ciertos digitales de extrema derecha y otros medios que no son tan digitales. Inmediatamente la ultraderecha empezó a hablar de un autogolpe del Gobierno social-comunista para hacerse con el poder, como si no lo tuvieran ya; que si se quiere acabar con la libertad de expresión, que si esto o lo otro. A ver: acabar con la libertad de expresión es encarcelar a unos titiriteros e intervenirles sus muñecos; libertad de expresión es procesar a un rapero cuyo único delito fue el de componer versos poco elegantes. Por cierto, quienes hoy ponen el grito en el cielo por esas desafortunadas declaraciones del número dos de la Guardia Civil, pedían al rey hace una semana que destituyera al Gobierno para cambiarlo por otro. Pedían abiertamente un Golpe de Estado. Por muchísimo menos hay presos políticos en Catalunya.


13:45
Tenemos, sin discusión, la peor oposición de Europa. Llevan desde el principio de esta pandemia culpando a Sánchez de cada contagiado y de cada muerte. No se ha visto, salvo contadísimas excepciones, a nadie dispuesto a echar una mano. Cómo responderá el electorado ante esa actitud se sabrá en su día, pero la actitud que exhiben no suele traer grandes resultados. Como siempre, la derecha ha optado por salvar a las grandes empresas antes que a los pobres trabajadores, y eso es algo que muchos quizá no perdonen. Pero de poner iniciativas sobre la mesa, de ofrecer apoyo a quien tiene las responsabilidad de gobernar, nada de nada. Hoy en las redes sociales todo eran peticiones de dimisión a Sánchez e Iglesias.


15:20
Comemos. Rodri Scott y yo unas pechugas de pollo al horno. Precaliéntese el horno a 150 grados. Mientras tanto, coja dos medias pechugas y póngalas en un recipiente con ajo al gusto y cebolla cortada con cierto desinterés. Salpimente, eche abundante pimentón a ojo, un chorro de aceite de oliva y medio vaso de un vino cualquiera. Métalo en el horno, espere una hora y verá como siempre sale bien. Puede usar como guarnición el arroz vegano que hizo su señora. Esa receta de las pechugas nunca falla.


17:50
Despierto de la siesta tarde porque tenía sueño atrasado de la noche anterior en el hospital. Me como un plátano.


18:20
Veo que los hosteleros ponen el grito en el cielo porque algún ministro ha dicho que no habrá campaña de turismo en España. Ni en España ni en el mundo, pienso. Entiendo su frustración. Es un sector que genera millones de puestos de trabajo y da de comer a muchos pequeños empresarios. Son empresas que dependen de un pequeño flujo diario de caja para subsistir, pagar sus alquileres, a sus proveedores. Me temo, creo que ya lo dije el otro día, que muchos no podrán volver a levantar la persiana. Para ellos la temporada de verano es la vida. También entiendo que no se pueden abrir todos los bares de golpe guardando unas medidas mínimas de seguridad a clientes y trabajadores: distancias de dos metros entre mesa y mesa y mucho menos entre comensales de la misma mesa; que por obvias razones uno no puede comer ni beber con la mascarilla puesta y que mientras los nuevos contagios sean igual a cero, difícilmente se podrá abrir un bar o un restaurante. Harán falta ideas imaginativas y mucho diálogo para conciliar la supervivencia del sector y la salud de los clientes. No será fácil, pero habrá que hacer algo. Tampoco se puede dejar morir a un sector que nos lo ha dado todo.


20:35
Otra vez no pude salir a aplaudir. Trabajando y comiendo plátanos. Sigo pensando el la famosa desescalada. No quiero amargarle a usted el día, pero la desescalada va a ser un desastre. Engrasar y poner a andar toda la maquinaria hasta alcanzar el ritmo anterior puede durar mucho tiempo. Meses y meses. Piense en todos esos comercios de ropa que se van a comer con patatas toda la temporada de otoño pero tendrán que pagarla. Piense en la gente que no se atreverá a viajar si es que se reanudan los vuelos. Los próximos meses van a ponernos a prueba, mucho más que estos. Estar encerrados en casa es mejor que salir a la calle a presenciar el Apocalipsis. Me como un plátano.

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