El aporte del Lérez garantiza el suministro de agua y evita tocar las reservas del Pontillón

El embalse pontevedrés está al 92,6% y tiene capacidad para suministrar a la ciudad y su entorno en el supuesto de una sequía prolongada 
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photo_camera El río Lérez abastece la ciudad en verano, cuando el Pontillón reserva el agua para el invierno. RAFA FARIÑA

Pontevedra lleva 41 días sin lluvia, concretamente desde el 27 de junio, un 93% menos de precipitaciones de lo habitual para esta época. Julio destacó por ser extremadamente seco y cálido en Galicia y para este mes no se espera una previsión distinta. Sin embargo, por el momento en la Boa Vila, no es alarmante la falta de precipitaciones ya que el caudal del Lérez tendría la capacidad de suministrar a la ciudad este verano.

En caso de escasez de agua en el Lérez. la concelleira Carme da Silva indicó que: "este ano non haberá que aplicar restriccións porque polo momento o Pontillón tería a capacidade de abastecer a zona".

Pese a las altas temperaturas del verano y la falta de lluvia, pues tan sólo dos estaciones registraron una única jornada con chubascos en todo el mes: una en A Coruña y otra en A Mariña. por el momento el embalse continuará utilizándose como reserva como es habitual en verano.

LOS EMBALSES. El mes de julio fue el más seco del siglo, no se da una situación semejante desde 1986. La falta de precipitaciones también se nota en la cantidad de agua del río Lérez y en algunos embalses de Galicia, aunque no es el caso del Pontillón de Castro, que durante el invierno suministra a Pontevedra, Poio, Marín y parte de Bueu y Sanxenxo. Actualmente está al 92,64% de su capacidad, siendo en el mes de julio el embalse de abastecimiento con más hectómetros cúbicos de agua de Galicia, sólo superado por los embalses de uso hidroeléctrico de Vilagudín y Touro en la provincia de A Coruña, este último marcó la cifra más alta al 97,09% de su capacidad.Respecto a Galicia, la provincia de Pontevedra supera la media autonómica, ya que en total, los embalses de la comunidad este agosto llegaron a un 68,94% de su capacidad.

En la Boa Vila, a diferencia de otras regiones de la comunidad, no se aplicaron restricciones porque la situación no es, por el momento, alarmante como si lo fue en años anteriores. Se esperan lluvias en septiembre y la normalización de la situación de sequía. El Lérez tiene capacidad para suministar agua durante el verano, y en el caso de que el agua no sea suficiente, se recurriría al embalse del Pontillón, del que, como indicó Da Silva "ENCE emprega entre 14 e 15 millóns de metros cúbicos, frente aos cinco ou seis que gastan todos os concellos". En caso de sequía y falta de agua, se priorizaría el consumo doméstico paralizando el uso del agua por parte de ENCE: "consumen tanta auga que ante un problema grave, se lles comunicaría a paralización do seu uso, e o río recuperaría rápidamente a auga necesaria".

Frente a la situación en Pontevedra, el conjunto de los embalses gallegos está al 72% de su capacidad, y la última semana perdieron 81 hectómetros cúbicos de agua. Ante una situación generalizada de preocupación, las autoridades gallegas aconsejaron ante la escasez que podría producirse, un consumo responsable, ya que además el peligro se agrava con el aumento de la población en verano en los pueblos.

El Concello dispondrá a finales de año de un protocolo de emergencia contra la falta de agua

UN PLAN HIDROLÓGICO. Pese a la falta de precipitaciones, ningún ayuntamiento gallego tiene un plan de emergencia contra la sequía, una medida acorde con la Ley del Plan Hidrológico Nacional, y sólo 40 municipios lo están elaborando en la actualidad. Lo hacen acogidos a una línea de ayudas de hasta 15.000 euros, excepto para las ciudades de más de 50.000 habitantes, donde la cifra es menor. La administración gallega calculó que los municipios que se apoyaron en este plan, lo tendrán finalizado este septiembre. Y convocó un segundo plan de ayudas de las mismas características para los ayuntamientos no seleccionados en la primera convocatoria. El importe pretende financiar el 80% del coste de la elaboración del plan de emergencia. El objetivo es que el próximo año, 40 ayuntamientos dispongan de esta herramienta que actualmente ningún municipio de la demarcación hidrográfica Galicia-Costa tiene en vigor.

En el caso de Pontevedra, el concello está elaborando su plan de sequía para establecer una previsión a corto o medio plazo en función de las necesidades de agua, aunque afirman que el río Lérez tiene una capacidad de recuperación muy importante cuando llueve. La crisis de la Covid-19 paralizó los trabajos de elaboración del plan de sequía, pero una vez retomados, se espera que Pontevedra pueda contar con él a finales de año. Este protocolo tiene carácter municipal, sin embargo el Lérez suministra a varios concellos.

Según la concelleira responsable de la Xestión do ciclo da auga , ante problemas de abastecimiento, Augas de Galicia tendría que declarar una alerta y a partir de entonces, se llevarían a cabo restricciones principalmente de los consumos superfluos como el riego de jardines o calles, el consumo doméstico quedaría, en todo caso, protegido: "o consumo doméstico é prioritario e o último que se restrinxe, pero en Pontevedra temos a capacidade para que non haxa que facer restriccións".

Sequía y calor en toda la comunidad
Para considerar un día de lluvia, debe caer más de un litro de agua a lo largo de 24 horas, y en Galicia, tan sólo dos estaciones registraron una única jornada con chubascos en todo el mes: una en A Coruña y otra en A Mariña. El calor estuvo acompañado por la falta de precipitaciones y durante el pasado mes las temperaturas fueron más elevadas que en años anteriores, concretamente dos grados más altas que la media de un mes de julio normal. Las máximas también se superaron, llegando a estar, de media, tres grados por encima, al igual que
lo hicieron las mínimas, que en este caso fueron un grado más elevadas que habitualmente. En el mes de agosto no se esperan grandes diferencias. El anticiclón, al Noroeste de la península, bloquea cualquier posible borrasca o frente, y a esto hay que sumar una masa de aire cálido procedente del Norte de África que contribuye a que las temperaturas vuelvan a ser muy altas esta semana, de hecho el pasado jueves fue el día más caluroso de lo que queda de verano en la comunidad autónoma, llegando a alcanzar los 40 grados.

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