La Xunta de Goberno de la Deputación aprobó el viernes el proyecto básico y de ejecución de las obras para adaptar la Escola de Cantería a la normativa vigente y, de este modo, poder dotarla de licencia de actividad.
A pesar de que el centro lleva décadas funcionando y sus alumnos gozan de prestigio (algunos de los que se han formado en él incluso han participado en trabajos de gran relevancia a nivel internacional), lo cierto es que esta escuela ubicada en Poio y adscrita a la institución provincial todavía carece de permiso de actividad.
"Herdámola así do anterior Goberno da Deputación", lamentó el viernes la presidenta pontevedresa, Carmela Silva.
Para corregir esa situación, la institución acometerá ahora una serie de mejoras imprescindibles para tramitar esa licencia, incluyendo el aislamiento acústico, la instalación eléctrica y la mejora de la accesibilidad, de las condiciones de habilitabilidad y de la seguridad.
El proyecto está presupuestado en más de 400.000 euros y los trabajos serán ejecutados por la empresa Civis Global SLU, que contará con un plazo de seis meses para llevarlos a cabo. Su realización permitirá tramitar la licencia y contar con ella es un requisito imprescindible para poder optar a la homologación de los títulos expedidos en el centro. Tal y como precisó Silva, "todos os espazos e instalacións da escola teñen que cumprir coa normativa, que é imprescindible para logo facer diferentes actuacións. E dende logo, para poder poñer en marcha todo o que significa que a Escola poida ter titulacións oficiais, tanto a nivel galego como estatal, é fundamental ter estas obras realizadas. E tamén para poder solicitar licenza, que é un paso vinculante para poder facelo".
En la Escola de Cantería se imparte formación de Canteiro y de Mestre Canteiro, lo que requiere superar tres y cinco años de estudios teórico-prácticos, respectivamente. No obstante, hasta el momento todas las personas que han concluido esa formación no cuentan con un título oficial, de ahí que muchos de sus exalumnos hayan constituído una asociación denominada Canteiros de Poio para reivindicar dicha homologación. Su reclamación ha llegado ya hasta el Parlamento.
