Aprobado raspado de los pontevedreses en las noches de fiesta en tiempos de Covid

El ocio nocturno de Pontevedra se adapta a la nueva normalidad muy poco a poco ►Está resultando difícil acostumbrarse a la mascarilla y renunciar a las aglomeraciones
Terrazas de la Plaza de Méndez Núñez en la noche del jueves. DP
photo_camera Terrazas de la Plaza de Méndez Núñez en la noche del jueves. DP

Los locales de ocio nocturno de la ciudad se vieron obligados a cerrar sus puertas cuando se decretó el estado de alarma para frenar la expansión de la Covid-19. La llegada de julio y de la nueva normalidad trajo consigo la posibilidad de retomar las noches de fiesta en la Boa Vila, aunque con algunas restricciones. Los establecimientos pudieron reabrir sus puertas adaptándose a los nuevos protocolos para garantizar la máxima seguridad.

La gran inversión que supone acondicionar los espacios ha hecho que muchos locales de la zona todavía no hayan retomado la actividad. La distancia de seguridad, el uso de mascarilla, la desinfección con gel hidroalcohólico y la limitación de los aforos son las medidas básicas para evitar cualquier tipo de riesgo de contagio, pero cuando se trata de fiesta y hay alcohol de por medio a la gente le resulta más difícil cumplirlas.

El ocio nocturno de Pontevedra siempre se ha caracterizado por salir a disfrutar en las pequeñas calles del casco antiguo y los pontevedreses no están dispuestos a renunciar a esto en la nueva normalidad. Mientras la mayoría de los locales respetan y cumplen las medidas de seguridad de forma estricta, a jóvenes y mayores les cuesta más adaptarse a los cambios para disfrutar de una noche de fiesta.

Los bares de copas y discotecas de la ciudad son bastante exigentes en cuanto a los protocolos. Están dotados de cartelería informativa, geles hidroalcohólicos en las entradas, límite de aforos y personal recordando el reglamento constantemente.

Por contra, la gente, hace un uso mínimo de la mascarilla, ya que mientras se bebe no es obligatoria. Esto ocurre tanto dentro como fuera de los establecimientos, sin embargo son pocos los que se quedan dentro de los locales. Las buenas temperaturas invitan a que la mayoría de las personas prefieran pasar el rato en las inmediaciones de los bares. Lo que provoca que en la vía pública se formen aglomeraciones de gente, sin distancia de seguridad y sin uso de la mascarilla.

El buen ambiente nunca abandona las calles de la zona vieja de Pontevedra, pero la imagen tendrá que cambiar a partir de hoy, 18 de julio. Según el nuevo decreto de la Xunta será obligatorio el uso de la mascarilla en cualquier lugar, incluso si se puede mantener el 1,5 metros de distancia. Además se extremarán las medidas para que el ocio nocturno no se convierta en un gran problema.

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