"Aquí aprendemos más que del libro"

El CEIP A Xunqueira I reactiva su huerta con una actividad que incluye el 'apadrinamiento' de los más chiquitines del cole a cargo de escolares de Primaria. "Los más pequeños vienen felices y a los mayores les cambia su actitud"
Alumnado de 4º de Infantil y de 3º de Primaria con sus profesoras y una madre colaboradora en la huerta escolar del CEIP A Xunqueira I. DAVID FREIRE
photo_camera Alumnado de 4º de Infantil y de 3º de Primaria con sus profesoras y una madre colaboradora en la huerta escolar del CEIP A Xunqueira I. DAVID FREIRE

"Huele y adivina". Teo, apenas un retaco nacido en 2012, emocionado, coge una pequeña hojita y la acerca a la nariz de su profesora. "¡Es hierba luisa!". Su cara lo dice todo. Estamos en pleno 'Xoves de horta', en el CEIP A Xunqueira I. Es justo el día situado entre el 'Mércores de arte' y el 'Venres de Poesía e Microrrelato', porque en la clase de la "profe Carmen" (Carmen Quinteiro, cuarta mejor maestra de Primaria de España en 2020 según el certamen de Educa Abanca), el aprendizaje va más allá de lo típico.

Lo resume Antonio, nueve años: "aprendemos más aquí que del libro. Y también aprendemos cosas sobre la naturaleza, tanto los pequeños como nosotros".

Alumnado de 4º de Infantil y de 3º de Primaria con sus profesoras y una madre colaboradora en la huerta escolar del CEIP A Xunqueira I. DAVID FREIRELos pequeños son los chiquitines de 4º de Infantil, que con apenas tres o cuatro años ya están convirtiéndose en pequeños agricultores mientras riegan lechugas, fresas o cebollas y quitan las malas hierbas bajo la responsabilidad de sus 'padrinos' y 'madrinas' apenas cinco años mayores.

Lo explica Quinteiro, porque esta no es una huerta cualquiera. Toca el timbre y los 22 alumnos de 3º acuden a la puerta del área de Infantil. Por parejas recogen a uno de los once pequeños, que pasan toda la semana "preguntando cuando es jueves", explica su docente, Mari Durán. "Les encanta. Vienen felices y se dejan guiar muy bien por los mayores. Se sienten protagonistas".

Con sus mandilones de cuadros rojos y cogidos de la mano hacen que los de tercero se conviertan en 'hermanos mayores' con un halo de responsabilidad que se ve a leguas. "Cámbialles a actitude cos pequenos -apunta Quinteiro. Hai que ver como falan entre eles, como os coidan... Nós estamos aquí, pero eles fano todo. Están entusiasmados con vir á horta".

Alumnado de 4º de Infantil y de 3º de Primaria con sus profesoras y una madre colaboradora en la huerta escolar del CEIP A Xunqueira I. DAVID FREIREEllos mismos lo corroboran. "Les enseñamos a ellos cosas que no saben y se ponen emocionados", dice Julia, mientras Eva apostilla que "es importante venir a la huerta porque así cuidamos de la naturaleza y sabemos más de ella". "A veces no es fácil, no hacen caso", apunta Antonio, quien enseña a su 'ahijada' que no se riega por encima de las plantas, "porque si no se queman las hojas".

Abel, vecino de Cerponzóns, es uno de los escasos alumnos de la clase que conoce los secretos de la huerta desde pequeñín. Vive en la aldea y su madre, Rosa Duarte, es la otra gran protagonista de este espacio. Ella recuerda que un grupo de padres y madres acordaron adecentarlo en plena escalada de la covid, hace justo un año, mientras las clases seguían suspendidas. Con ayuda del Concello y su trabajo instalaron un sistema de riego y plantaron hierbas aromáticas, entre otras cosas.

Desde el inicio de esta primavera la tierra empieza a dar sus frutos y sustituye a los semilleros del invierno. Calabacines, pimientos, zanahorias... Que después acaban en el plato. Este jueves tocó plantar lechugas y recoger una ya crecidita. "Levan os produtos para a casa e teñen que facer recetas innovadoras, que despois traen ao día seguinte". Este proyecto ayudó a que prueben nuevos sabores. "Pasou cos champiñóns, que moitos nunca probaran".

La próxima semana se repartirán unas hojas de albahaca y ya están pensando en como prepararla para sorprender a toda la clase.

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