El Área Sanitaria entra en campaña para atajar la obesidad infantil

"Todas las semanas hago entre dos y tres diagnósticos", advierte la pediatra Constenla, una de las profesionales que está organizando charlas para promocionar la alimentación saludable
Taller de alimentación saludable celebrado en la feria Pontesán. DP
photo_camera Taller de alimentación saludable celebrado en la feria Pontesán. DP

El Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés ha iniciado su propia campaña para atajar la obesidad infantil, un problema que ha ido in crescendo con la industrialización alimentaria y que tiene especial incidencia en la Península. El último informe publicado al respecto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que España es el tercer país europeo con más tasa de sobrepeso infantil (39%) y el cuarto con más obesidad (16%).

Los datos tienen algo de solera, ya que se corresponden a 2019, pero los profesionales que trabajan en este campo aseguran que la incidencia sigue siendo elevada y que las Rías Baixas no son excepción dentro del fenómeno nacional. Todo lo contrario.

La pediatra Cristina Constenla Villoslada, que pasa consulta en los centros de salud de Ribadumia y A Illa de Arousa, afirma que cada semana realiza "entre dos y tres diagnósticos nuevos" de obesidad infantil y con el agravante de que el suyo "es un cupo de pacientes pequeño". 

Precisamente, esta cascada de diagnósticos, a la que se refiere como "un drama", es la que le empujó a organizar una especie de talleres colectivos para informar a adultos, jóvenes y pequeños sobre las claves de una alimentación saludable y la importancia de seguirla. 

Cuándo empezar

La primera experiencia práctica fue un obradoiro que tuvo lugar el pasado mes de marzo en la feria Pontesán, donde se recreó un supermercado y un semáforo nutricional con luces verdes, amarillas y rojas para explicar de una forma más clara qué alimentos deben estar en el día a día, cuáles deben hacerlo de manera intermitente y cuáles deben ser considerados extraordinarios. 

La iniciativa contó con la asistencia de padres y niños de entre seis y nueve años aunque, según precisa la doctora Constenla, la mejor edad para tomar conciencia en este asunto es cuando los niños empiezan con la alimentación complementaria. Esto es, "desde los seis meses o incluso antes, porque desde que nacen están contrastando y validando lo que hacen los adultos". 

Próximas convocatorias

El primer taller celebrado en Pontesán contó con la colaboración de la nutricionista Gloria Sendón, la enfermera Beatriz Crespo y el enfermero Fernando Latorre. El formato de los próximos talleres todavía está por perfilar, pero la intención de los profesionales es desplazarse directamente a los centros escolares. "Lo ideal no es actuar cuando haces un diagnóstico de obesidad, sino prevenir, y si además lo haces en formato juego, es mucho más atractivo que el de las charlas", apunta Constenla. 

Lo ideal no es actuar cuando haces un diagnóstico de obesidad, sino prevenir, y si además lo haces en formato juego, es mucho más atractivo que el de las charlas"

Aparte, está previsto celebrar más sesiones informativas para familias, porque ahora mismo el tiempo disponible para cada consulta impide muchas veces entrar en detalles y porque está probado que cuando se comparten experiencias de este tipo se absorben los conocimientos de una forma más rápida y sencilla. "Los humanos aprendemos por imitación", señala la especialista en Pediatría. 

Las claves a seguir

Para Constenla el rechazo frontal que muestran muchas veces los niños frente a las frutas o verduras no es insalvable y, ni mucho menos, debe ser compartido. "Lo que hay que hacer es una exposición repetitiva de esos alimentos, porque el aprendizaje consiste en eso. Si no quieren verduras a mediodía, ese plato se va, pero vuelve a la cena y así día a tras día. Llegará un momento en el que el niño se sentirá libre de la presión y seguramente acabará comiéndolas. Lo que no tiene sentido es establecer lucha de poderes. Cabrearse, amenazar con castigos o decir que, si no se lo come, se queda ahí tres horas o se lo come a la cena. La estrategia autoritaria no sirve". 

La pediatra receta para todos los casos "coherencia" y que toda la familia coma de forma parecida, "con una parte proporcional de verduras, proteínas y carbohidratos que, si son integrales, mucho mejor". Otro punto que considera muy importante es "participar en la elección" de los alimentos que se van a comer a lo largo de la semana, además de desarrollar "una vida activa" y de dedicarle un mínimo de tiempo semanal a a la práctica de una actividad física. 

Todo el proceso debe estar guiado por los padres; de ahí que el proceso de aprendizaje también se destine a adultos, "porque muchas veces son ellos los que tiene que aprender qué es lo saludable". En ambos casos, "el objetivo no es llegar a tener un determinado peso o cuerpo, sino ganar en salud".

Cuándo se considera exceso

En la población pediátrica se considera sobrepeso cuando el percentil oscila entre los 85 y los 95 puntos, y obesidad cuando supera los 95. 

Mucha gente ve a un niño obeso como a un niño fuertote y a muchas familias les cuesta ver que su hijo tiene sobrepeso"

Constenla señala que hay casos  que incluso "se salen de la gráfica" de las curvas de crecimiento, pero que por norma general la visión del exceso de peso en niños "está distorsionada". "Mucha gente ve a un niño obeso como a un niño fuertote y a muchas familias les cuesta ver que su hijo tiene sobrepeso (...). En los adultos se ve más claro; posiblemente, porque no nos machacan tanto con imágenes de niños que tengan que estar en un determinado peso, cosa que en los adultos sí sucede".

Los riesgos en la población pediátrica

Como ocurre en los adultos, el exceso de peso también es un factor de riesgo para la población infantil porque, entre muchas otras cosas, afecta al crecimiento óseo, deteriora la postura al caminar (porque las piernas se desvían hacia fuera), ralentiza el desarrollo sexual y rebaja la autoestima.

Sobre todo, cuando se llega con  esta condición a la adolescencia, "porque se comparan más con el exterior", precisa la pediatra Cristina Constenla. 

La obesidad está considerada por la OMS como la gran pandemia del siglo XXI. En España se calcula que más de un 60% de los ciudadanos tienen sobrepeso y que, de estos, cerca de un 20% sufre obesidad (con un IMC superior a los 30 kilos por m2).

Dentro del territorio estatal, Galicia es una de las tres comunidades autónomas con más tasa de obesidad. Un problema de salud que eleva el riesgo de sufrir patologías como enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, problemas respiratorios y ciertos tipos de cáncer. Además, un número importante de pacientes sufren trastornos psicológicos como depresión o pérdida de autoestima.

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