El Área Sanitaria reforma la unidad de Cuidados Paliativos invirtiendo 100.000 euros

La unidad presta asistencia a cerca de 300 pacientes al año, de los que el 80% son enfermos oncológicos ► El jefe de servicio desmonta mitos: "no sedamos a todo el mundo" y "hay enfermos que llevamos con ellos desde hace tres años"
Labrador, ayer, en Paliativos con las responsables de Procesos Asistenciais Sonia Fernández-Arruti y Dolores Pan. DP
photo_camera Labrador en Paliativos con las responsables de Procesos Asistenciais Sonia Fernández-Arruti y Dolores Pan. DP

Baños sin barreras, climatización, sofás para facilitar el descanso de acompañantes, nueva sala de espera... La unidad de hospitalización de Cuidados Paliativos del Provincial ha sido objeto de un proyecto de humanización que ha impreso una nueva imagen en el servicio, una de las zonas más sensibles del complejo hospitalario.

Las obras, ejecutadas por el Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés, han supuesto una inversión de 100.000 euros y han sido ejecutadas en el último mes, lo que provocó un traslado temporal de los pacientes a la planta de Medicina Interna que se cierra en verano. La unidad recuperó este viernes la actividad y, según advirtió el jefe de servicio, César Labrador, "el cambio se nota". "Aparte de la humanización, se han ejecutado mejoras muy importantes para los enfermos y familiares que se necesitaban desde hace tiempo. Se ha puesto climatización, algo importantísimo porque hacía mucho calor en verano, y en los baños se han quitado las bañeras altas y se han colocado platos de ducha más adecuados a la movilidad de nuestros pacientes. Además, el aspecto ha mejorado, la luz también.... Le da otra alegría a la unidad".

Cuidados Paliativos presta asistencia a cerca de 300 pacientes, cuya estancia media ronda los siete días. El perfil de los usuarios es diverso, pero la mayor parte, el 80%, son enfermos oncológicos.

TIPO DE ASISTENCIA. El equipo de la unidad se encarga del "control de los síntomas" y, a diferencia de lo que se puede percibir puerta afuera, el doctor Labrador asegura que "la sedación es algo periférico y circunstancial". "Hay mucha gente, incluso trabajadores de la sanidad, que tienen la idea de que lo que hacemos aquí es sedar, pero no sedamos a todo el mundo, sino que solo lo hacemos si existen unas indicaciones determinadas. Ofrecemos cuidados de confort y en el momento que están controlados los enviamos a domicilio. A veces hay reingreso por situación de últimos días. Entonces, si hay sufrimiento, dolor o síntomas refractarios (que no pueden ser controlados en fase agónica) se plantea la sedación, pero no tomamos nosotros la decisión. Lo hace el enfermo si está capacitado para hacerlo o, en su defecto, la familia".

Los pacientes que ingresan en la unidad "tienen una esperanza de vida limitada, pero esto no significa que siempre sea corta. Tenemos enfermos que llevamos con ellos desde hace dos o tres años y por otro lado hay gente que llega y está en los últimos meses de su vida", explica el especialista.

OTRAS MEJORAS. La pandemia covid disminuyó "levemente" el número de ingresos, si bien la media semanal de la unidad oscila "entre los tres y cuatro pacientes semanales". El servicio también coordina los cuidados paliativos que ofrecen los equipos de Hospitalización a Domicilio (HADO) a los pacientes que son asistidos en sus casas, y dispone de un servicio de consulta telefónica que funciona las 24 horas.

Según precisaron fuentes oficiales del Área Sanitaria, el plan de mejora y humanización contó con las aportaciones técnicas del equipo humano que trabaja en esta unidad e incluyó otras actuaciones importantes como, por ejemplo, la renovación de la sala de espera, la dotación de una nueva iluminación con tecnología LED o el pintado integral de las paredes.

Además, fueron renovados armarios y estanterías, el tapizado de varios sillones y el sistema de llamada que utilizan los pacientes para solicitar la asistencia del equipo de enfermeras.


"Sigue habiendo necesidad de camas, siempre hay lista de espera"

A pesar de que la reforma es aplaudida por los profesionales del área, el jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos, César Labrador, confirma que el servicio continúa cojeando en tema de espacio. Según dice, hoy "sigue habiendo necesidad de camas" en este rincón del Provincial, en el que "siempre hay lista de espera para ingresar".

El servicio dispone de ocho camas en habitaciones individuales que, puntualmente, pueden ser aumentadas hasta diez. Antaño los picos de demanda podían ser paliados con más facilidad, pero a día de hoy, con una población más envejecida, la saturación del servicio es una constante.

La falta de camas aboca al servicio a tratar a los pacientes que necesitan cuidados paliativos en otros departamentos. Normalmente, en Medicina Interna, pero también en áreas como Oncología y otras próximas como Nefrología o Digestivo. "Los ingresamos en los servicios de referencia, porque nosotros no tenemos ni camas ni personal para atenderlos", indica.

El especialista lleva varios años demandando la ampliación de plazas y plantilla, pero sospecha que "habrá que esperar al Gran Montecelo" para dar el salto. No solo por tema presupuestario, sino por las características del Provincial, donde es complicado aumentar espacios.

AUMENTO DE CAMAS. La ampliación de Montecelo, en fase de construcción, contempla ampliar las camas de 8 a 18, un número que para Labrador sí sería "adecuado para la población adscrita al área sanitaria. Es más, en su opinión "incluso dará un pequeño margen de tranquilidad, porque sabes que siempre va a haber camas".

El especialista solo espera que esta ampliación conlleve un refuerzo de la plantilla de al menos el 50%, "porque no es solo la atención que ofrecemos en planta, sino las consultas y el seguimiento de los pacientes que están en domicilio".

El equipo actual está integrado por seis enfermeras, una supervisora, un médico, un celador y varios trabajadores de servicios centrales y otros departamentos (como Psicología) que intervienen según el caso.

El plantel se coordina con la plantilla de Hospitalización a Domicilio (HADO), que cuenta en la actualidad con tres equipos pero que, según el doctor Labrador, también se queda corta para la demanda actual. "Tenemos un equipo más que antes, que ha ampliado las posibilidades de atender a los mayores, pero sigue siendo insuficiente. De hecho, la previsión es seguir aumentando el servicio".

Pronósticos | En doce taños la tasa de vejez subirá al 29,6%
El plan funcional del Gran Montecelo augura que el futuro complejo hospitalario asistirá a menos población en el plazo de 12 años, pero más añosa. Los cálculos oficiales pronostican que el área de Pontevedra pasará a albergar 217.817 habitantes y que la de O Salnés se situará en los 69.056 residentes, un 7,04% menos que en 2016.

En el caso concreto de Pontevedra, la tasa de población infantil pasará del 13,24% al 9,21% en 2031, la de dependencia pasará del 53,5% al 63,62% y la de vejez subirá del 21,62% al 29,67%. Al igual que le ocurrirá a otros servicios, el cambio de perfil afectará a Cuidados Paliativos, donde ya se ha percibido que "cada vez hay más enfermedad crónica no oncológica".

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