El Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés indicó este miércoles, en respuesta a las protestas de los sanitarios, que ha gestionado los recursos disponibles con la máxima de ofrecer "continuidad asistencial" y el objetivo de compatibilizar "el deber de prestar asistencia sanitaria con el derecho de los profesionales a su descanso vacacional".
Fuentes oficiales aseguraron que la prioridad siempre ha sido la de "aportar sustitutos" para cubrir las vacaciones de verano, pero que este año el Sergas se ha topado con la "imposibilidad" de cubrir la totalidad de las ausencias estivales, ya sea mediante profesionales en listas de contratación como con personal voluntario. Por este motivo, indica que ha optado por realizar "prolongaciones de jornada o intersustituciones", de modo que los profesionales de un mismo centro de salud asumen entre sí el cupo de pacientes de los sanitarios ausentes.
El Área Sanitaria añadió que el pasado mes de abril mantuvo una reunión técnica con los jefes de servicio de Atención Primaria que disponen de Punto de Atención Continuada (PAC) para abordar la "problemática" de la falta de profesionales y que, finalmente, planificó con la "colaboración de los profesionales" la cobertura de las consultas.
Otro años en esta planificación se incluía la dotación de equipos de refuerzo, sobre todo en los puntos donde la presión asistencial crece a causa del turismo. Sin embargo, en esta ocasión las contrataciones han sido mucho más reducidas, lo que deriva en una sobrecarga del personal.
Según han denunciado los propios trabajadores, en el centro de salud y PAC de Baltar los profesionales llegan a pasar consulta a 80 pacientes en cada turno, entre los que se incluyen personas de su cupo, pacientes de los compañeros de baja y vacaciones, y turistas. Los casos covid y las sospechas de infecciones respiratorias ocupan buena parte de las consultas, que en su mayoría siguen siendo telefónicas, pero que han ido aumentando de forma presencial.
A nivel de consultas de especialista, el tiempo medio de espera descendió hasta los 31,6 días, una cifra similar a la que se registraba antes de la crisis sanitaria.