El área sanitaria tiene la ratio más baja de Galicia de psicólogos por habitantes

El reparto es de 2,5 profesionales por cada 100.000 personas, la mitad del promedio estatal ▶ Las consultas se despachan en 20 minutos y la frecuencia se aleja de lo que dictan las guías

Jornadas que celebró la Asociación de Psicólogos Clínicos do Sergas en la Biblioteca Pública. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
photo_camera Jornadas que celebró este miércoles la Asociación de Psicólogos Clínicos do Sergas en la Biblioteca Pública. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

El equipo de psicólogos clínicos que trabaja en el área sanitaria es "muy escaso" para la población diana. Actualmente están en activo ocho profesionales para algo más de 300.000 habitantes, lo que arroja una ratio de 2,5 expertos por cada 100.000 habitantes.

La proporción es la más baja de Galicia, donde la media está en los 3,5 psicólogos por cada 100.000 habitantes, y se queda en menos de la mitad del promedio estatal (5,7). Además, cuenta con un importante hándicap y es que la prevalencia de las enfermedades mentales ha evolucionado al alza, hasta el punto de que en la actualidad se calcula que "uno de cada cuatro gallegos tiene problemas de salud mental diagnosticados por un médico" y que "una de cada tres consultas en Atención Primaria se debe a esta causa".

Así lo expuso este miércoles la psicóloga clínica de la EOXI Pontevedra y O Salnés Rosa Cerqueiro, al hilo de unas jornadas que organizó la Asociación de Psicólogos Clínicos del Sergas (de la que es secretaria) para evaluar la situación actual de la atención psicológica. Según puntualizó, de los ocho profesionales que trabajan en los centros de Pontevedra y O Salnés, tres operan en la unidad de salud mental ambulatoria para adultos, uno en la unidad infantil, otro en el departamento de psicogeriatría, otro en el centro de Orientación Familiar, otro en el Hospital de Día de Psiquiatría y otro en un área que se encarga de las interconsultas. La Unidad de Hospitalización Psiquiátrica, ubicada en el Hospital Provincial, debería contar como mínimo con otro profesional, pero actualmente es la única de Galicia que carece de este perfil.

Como consecuencia de esta "dotación escasa" de personal, Cerqueiro denuncia que los profesionales se ven abocados a pasar consulta en unos 20 minutos, "cosa que no pasa en otras áreas", y con una frecuencia que deja mucho que desear. "No podemos ver a los pacientes una vez a la semana o cada quince días, como debería ser. Hacemos lo que podemos, pero está muy alejado de lo que indican las guías de práctica clínica del Ministerio de Sanidad", advirtió.

La primera demanda de los profesionales para revertir la situación es aumentar el personal. No hay un número tope, pero sí existe la referencia de que "necesitaríamos ser 18 psicólogos para alcanzar la media española". Los profesionales aseguran que hay personal disponible para ser empleado, en las listas de contratación y "en paro".

Otra de sus demandas es la creación de un servicio propio que pueda gestionar los recursos y que pueda potenciar la asistencia psicológica en Atención Primaria y especialidades con pacientes susceptibles de recibir terapia, como Oncoloxía. "Si actuamos antes y prevenimos, podemos reducir la carga de morbilidad en salud mental", indicó Cerqueiro. En la actualidad, los profesionales dependen de Psiquiatría.

DEPRESIÓN Y ANSIEDAD. Al igual que en la mayoría de los países avanzados, las enfermedades mentales más prevalentes en el área sanitaria son la depresión y la ansiedad. Su incidencia está siendo tan elevada que la OMS ya "habla de epidemia" y ha enviado a los estados miembros un compendio de recomendaciones para intentar ponerle freno a la situación.

¿A qué se debe? Cerqueiro alude a un cóctel de factores físicos, biológicos y sociales que ha explosionado con "la recesión económica brutal que hemos pasado". "Si el sistema social y el sanitario no están preparados para atenuar el impacto de la crisis y atender el empeoramiento de las condiciones de vida, los problemas de salud mental aumentan. Por eso tenemos que estar muy atentos, porque la pobreza y la salud mental van de la mano. La pobreza empeora la salud mental y esto promueve más pobreza, porque dificulta el acceso a recursos. Es la pescadilla que se muerde la cola".

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