La arrogancia de una fumadora en la cola del pan le puede costar 3.000 euros

La mujer se negó a apagar el pitillo ante los clientes de una panadería sin saber que tenía al lado al jefe de la Policía Local
Un fumador. ARCHIVO
photo_camera Un fumador. ARCHIVO

Mal momento escogió una fumadora de Pontevedra para hacer gala de un total incivismo y poner en peligro la salud pública. Su infracción unida a su altanería y falta de educación le provocaron una denuncia que desembocará en una multa de entre 100 y 3.000 euros.

Todo ocurrió al mediodía del viernes en una panadería de la calle Juan Bautista Andrade que también funciona como cafetería. Varias personas hacían cola aguardando su turno para ser atendidas cuando, en un momento dado, una mujer comenzó a fumar justo a su lado.

Los gestos de rechazo no se hicieron esperar e incluso otra mujer le llamó directamente la atención, recordándole que la norma que, literalmente, dice que "No se puede fumar en espacios al aire libre o en la vía pública cuando no se puede respetar una distancia interpersonal de como mínimo dos metros".

La infractora hizo oídos sordos y respondió a las críticas con una actitud arrogante, motivo por el que los allí presentes le advirtieron de que llamarían a la Policía. La amenaza tampoco la arredró.

Sin embargo, tuvo la peor de las suertes posibles porque justo a su lado se encontraba el jefe de la Policía Local, José Duarte, que había sido testigo de toda la escena y no dudó en solicitar una patrulla para presentar la correspondiente denuncia.

Lejos de cambiar su tono, la señora (que superaba los 70 años) continuó mostrándose muy altanera con el funcionario, que tuvo que insistirle a sus agentes que se diesen prisa, visto el cariz que tomaba la situación. Finalmente, la mujer fue identificada y denunciada por incumplir las normas anticovid.