La revolución académica

Así estudiaremos, así trabajaremos

Nuestros egresados emigran. El mercado laboral no absorbe a los titulados. Las universidades revisan sus estrategias y las familias tratan de elegir mejor la formación de sus hijos. Así ven los expertos esta gran revolución de las titulaciones universitarias. Y así pronostican que será el futuro a corto y medio plazo
La realidad virtual será uno de los elementos que caracterizará a las profesiones del futuro. PIXABAY
photo_camera La realidad virtual será uno de los elementos que caracterizará a las profesiones del futuro. PIXABAY

EL MERCADO laboral de los próximos años estará liderado por los denominados ‘profesionales STEAM’, es decir, aquellos con competencias tecnológicas y científicas, pero también expertos en creatividad, diseño o pensamiento divergente. Así lo consideran los expertos, que tratan de orientar la formación hacia este tipo de capacidades, conscientes de que los mercados laborales, empresariales y financieros demandarán en muy corto plazo este tipo de preparación especializada.

El vicerrector del campus de Pontevedra, Jorge Soto, recopiló algunas de las conclusiones más relevantes de los expertos a la hora de analizar el futuro académico y las expuso ante los empresarios de Pontevedra. De acuerdo a estas apreciaciones, las competencias personales serán un factor crítico en los roles profesionales del futuro. Funcionarán como elementos diferenciales y determinantes en la empleabilidad de los titulados universitarios.

Otros elementos esenciales para responder a la realidad que está por llegar tendrán mucho que ver con la mayor transversalidad y flexibilidad en los currículums, el cruce de fronteras entre disciplinas o la complementariedad de conocimientos. Sobre los ‘deberes‘ de las universidades, los expertos consideran que alinear la oferta del sistema educativo a las demandas del tejido empresarial resultará crítico para garantizar el empleo de los titulados, así como para contribuir al desarrollo socioeconómico del territorio en el que se asientan las instituciones académicas.

Será necesaria una 'revisión exhaustiva' de la actual oferta de grados

Los grados generalistas y la especialización a través de masters y cursos resultarán llaves para mejorar la empleabilidad de los titulados y adecuar la formación universitaria a las necesidades del tejido empresarial y social. Esta apuesta, según admiten los expertos, debería implicar una ‘revisión exhaustiva’ de la actual oferta de grados y un cambio en su concepción.

Además, el vertiginoso avance de las nuevas tecnologías, así como los cambios en la propia concepción de la formación deberán dar lugar en los próximos años a un sistema universitario en Galicia más flexible y adaptable, capaz de ofrecer a un público objetivo cada vez más diverso la posibilidad de elegir cómo, qué, dónde, cuándo y con quién formarse y expandir su actividad más allá del aula o del campus universitario.

Por parte de las empresas, su necesaria implicación en el cumplimiento de los retos ambientales, como la descarbonización, la sostenibilidad o la economía circular será generadora de empleo, como también ocurrirá con el impacto de nuevas tendencias sociales y económicas como el cambio demográfico o los nuevos hábitos de vida y consumo saludables.

La universidad deberá reorientar las humanidades y las ciencias sociales de cara a la búsqueda de soluciones

Según estos expertos, la universidad del futuro deberá reorientar las humanidades y las ciencias sociales de cara a la búsqueda de soluciones, desde sus áreas de conocimiento, para los problemas y necesidades de la nueva sociedad. Además, los responsables de los estudios superiores deben fomentar la complementariedad de los conocimientos tecnológicos, humanísticos y sociales.

En definitiva, las universidades deberán estar preparadas para formar a jóvenes que estén listos para entrar a un mundo laboral cada vez más exigente y cambiante, donde se impondrá la innovación, la creatividad y el pensamiento crítico. Está en marcha una revolución en la educación superior y, en ella, un área clave también en cuestión es la vocación. Durante muchos años, nadie cuestionaba la relevancia y la eficacia de la educación superior.

Los tiempos están cambiando. Ahora es más importante que nunca revisar el proceso, el fin y la vocación. También, examinar las destrezas que necesitan los futuros profesionales y cómo formarlos para que las adquieran y sepan usarlas.

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