Sanxenxo abrió el interior de sus bares
Pocos clientes por los cierres del resto de localidades cercanas y temor municipal a un aumento de los casos ▶Vilanova celebró su tradicional San Mauro entre fuertes restricciones y con medidas de seguridad adicionales
La situación también ha cambiado en el concello de Sanxenxo, pero de forma diferente. El municipio ha roto su almendra perimetral con O Grove y ya puede desplazarse a otros municipios que no estén en nivel máximo. Pero, sin duda, en el entorno del vecindario, la gran novedad ha sido la reapertura del interior de las cafeterías, algo que en las anteriores restricciones decretadas en el municipio no estaba permitido.
La estampa sanxenxina de este viernes fue la típica de la temporada baja, con las calles desiertas y poco movimiento. Aún así, la reapertura del interior de los locales se hizo notar en las horas puntas de la mañana, y no faltó quien se acercase a tomar el café a salvo del frío. Aunque la mayoría de los establecimientos hosteleros continúan cerrados, algunos como El Gran Suqui, La Granja o El Aviador sirvieron cañas y cafés con una buena actividad al inicio de la jornada.
El alcalde, Telmo Martín, volvió a insistir en que los vecinos tengan "máxima prudencia" a la hora de hacer uso de la hostelería. Con la mirada puesta en los datos de la pandemia, el regidor teme que un aumento de los casos amenace la Semana Santa, una de las temporadas altas en Sanxenxo.
Por esta razón, desde el Concello se está extremando el control de las aglomeraciones y del respeto tanto por los horarios como por los aforos en el interior de los establecimientos de hostelería, restauración y ocio.
VILANOVA VIVE UN SAN MANURO BAJO MÍNIMOS. Coincidiendo con la entrada de Vilanova en el nivel máximo de alerta, el municipio celebró este viernes su tradicional San Mauro bajo mínimos. Dada la limitación en la movilidad, fueron muy pocas las visitas al entorno de la iglesia, que no contó con su tradicional carpa. El cierre de la hostelería a partir de las seis de la tarde, con consumiciones únicamente en las terrazas y no en el interior de los establecimientos, también complicó las circunstancias de la celebración, por lo que fueron muchos los locales que optaron por la modalidad de servir encargos a domicilio, una iniciativa que sí tuvo un gran éxito entre los usuarios y que permitió al vecindario disfrutar igualmente de los tradicionales callos.
Poio se resigna ante el aumento de casos
La mayoría de municipios de la comarca pasaron ayer del nivel básico de restricciones al medio-alto y se vieron obligadas a cerrar la hostelería a las seis de la tarde en lugar de hacerlo a las 23.00 horas como hasta ahora
Poio vivió este viernes la primera jornada de nuevas restricciones entre la normalidad y la resignación. En este sentido, fueron muchos los establecimientos de hostelería los que optaron por no abrir las puertas al encontrarse el municipio en el nivel máximo de restricciones, en el que tan solo se permite abrir las terrazas a un 50% de aforo. En el caso de Poio, los hosteleros han tomado la decisión casi unánime de permanecer cerrados, ya que son muy pocos los que disponen de una gran terraza y, en este sentido, la apertura de los locales "no compensa" en esta época del año.
La jornada estuvo marcada por la ya anunciada intensificación de los controles policiales, que se llevaron a cabo en la Avenida de Andurique, donde los agentes estuvieron realizando, esencial mente, un labor informativo para el vecindario, si bien han advertido que, durante el fin de semana, comenzarán a sancionarse a las personas que no cumplan las nuevas restricciones, por las cuales el municipio pasa a romper su almendra perimetral con Pontevedra y Marín, y se blinda de forma aislada, teniendo en cuenta el creciente aumento de casos positivos por covid-19 en las últimas jornadas. La presencia de los agentes en Andurique despertó este viernes expectación por parte del vecindario, y fueron muchas las personas que se dirigieron a ellos para preguntarles dudas que, en su mayoría, se basaron en el cierre perimetral del municipio. Por su parte, el alcalde de Poio, Luciano Sobral, ha hecho un llamamiento a los vecinos para que no abandonen sus domicilios salvo para cubrir necesidades imprescindibles, y ha reiterado la necesidad de llevar a cabo “cribados masivos” en el municipio.
En el resto de la comarca, las nuevas restricciones provocaron grandes cambios en las rutinas del vecindario. En este sentido, Ponte Caldelas, A Lama, Cerdedo-Cotobade, Campo Lameiro y Portas pasan de nivel básico a medio-alto, por lo que, a partir de este viernes, han visto reducida su actividad hostelera, que anteriormente podía estar en funcionamiento hasta las 23.00 horas.
Cribados masivos en Bueu
Durante tres días, cientos de vecinos harán test para detectar asintomáticos ▶Los cierres perimetrales dejaron sin clientes de Pontevedra a las placeras de Marín
Cientos de vecinos de Bueu, convocados por SMS, comenzaron este viernes a desfilar por las carpas del aparcamiento de As Lagoas, adonde les recomendaban acudir en coche para evitar aglomeraciones, en un cribado masivo que se prolongará hasta el próximo lunes y con el que se pretende detectar población contagiada y asintomática con el objetivo de controlar el avance de la pandemia. Concello y vecinos se mostraron "esperanzados" con esta iniciativa.
En Marín, por su parte, donde se mantiene la posibilidad de salir del municipio, las placeras se lamentaron de que los perímetros establecidos en Poio, Pontevedra o Bueu les restasen muchos de sus habituales clientes.
Algunas profesionales en el Mercado señalaron que el jueves "hubo mucho gente de Pontevedra comprando pescado y marisco para los próximos días", ya que ahora no podrán hacerlo hasta dentro de un mes por las nuevas restricciones. A pesar de eso, el personal de la Praza de Abastos de Marín supo buscarle el lado positivo a la situación. Ahora, con la libertad de movimiento, podrán volver al municipio marinenses hosteleros de lugares como Vilaboa, Moaña o Arcade que habitualmente realizaban las compras de pescado en la Praza marinense. Con esto, esperan recuperarse poco a poco a pesar de las complicaciones que todavía continúa teniendo la hostelería.
Quienes también tendrán complicaciones a partir de ahora para poder acudir a Marín serán los vecinos de Estribela, barrio que pertenece administrativamente a Pontevedra, pero que se encuentra mucho más cerca del casco urbano marinense que de la propia Boa Vila. La Asociación Veciñal A Fonte quiso manifestar su malestar con esta situación. Teresa Landín, la presidenta de la entidad y vecina de Marín, recalcó que "uno de los objetivos de nuestra asociación es intentar eliminar esa barrera administrativa, que ahora peculiarmente está más marcada que nunca por culpa de todas las restricciones derivadas de la covid-19".
A Estrada no tomó medidas a mayores de las decretadas por la Xunta a pesar de su cierre perimetral. Los colectivos que realizan actividades culturales o deportivas adelantaron sus horarios para permitir los desplazamientos. El festival Panic, que comenzó este viernes en el Teatro Principal con una charla del actor Antonio Durán Morris suspende las proyecciones cinematográficas. Este viernes recibieron la vacuna los sanitarios de Lalín y Silleda. En este último concello están saltando las alarmas. Este viernes contaba con 47 positivos activos tras aparecer 12 nuevos casos en las últimas horas. Para frenar la situación, el Concello de Silleda cerró los parques y las actividades en los centros municipales, salvo los servicios lúdico-educativos y de conciliación de las familias, cierra el Punto Limpio, no se podrán realizar visitas al Mosteiro de Carboeiro y se suspenden las clases presenciales de la Escola de Música Municipal. Los centros públicos del rural permanecerán cerrados.
Tensión en Arousa
El aumento de casos positivos hace que las autoridades pidan especial cuidado con las restricciones y demanden más cribados
La comarca de O Salnés aumenta el número de casos, salvo en Cambados, donde se redujeron. En Vilanova la situación se está desbordando y se aproxima a su vecina Vilagarcía en cuanto a la incidencia de positivos. Estos dos ayuntamientos junto al de la Illa, que realizó días atrás un cribado masivo en el que se detectaron 8 casos, están bajo la restricción de cierre perimetral. Catoira 
también ofrece números preocupantes. La hostelería vuelve a ser uno de los sectores más afectados. En Vilagarcía muchos establecimientos avisan de un probable cierre temporal a partir del lunes. En los centros educativos destacan los positivos en el CEIP da Torre-Illa y el IES, en A Illa de Arousa, y los IES Armando Cotarelo Valledor y Castro Alobre, en Vilagarcía. Por ahora las aulas siguen abiertas. Este viernes se realizaron cribados con PCR en dos centros de día de Vilagarcía, a 36 y 22 usuarios y trabajadores, respectivamente, y en el de Cambados, a un total de 20 personas. Este domingo está previsto otro cribado a 273 vecinos en el centro comercial Vilgarcía Aberta.
Caldas, comarca en alerta
Caldas y Cuntis extreman la vigilancia y ajustan el uso de las instalaciones a las nuevas normas y horarios decretados por la Xunta
Cuntis cerró las instalaciones municipales culturales y deportivas de nuevo. La paralización no afecta al servicio de conciliación de Cuntilín, que operará desde el CPI Don Aurelio, ni al funcionamento del propio colegio, que será quien establecerá las limitaciones de uso. En el Centro de Día se procedió este viernes a hacer un cribado con PCR a 26 personas.
Por su parte, Caldas de Reis aplica las directrices de la Xunta y de momento no impulsó más acciones, aunque a nivel privado hubo entidades que optaron por suspender sus actividades. Es el caso de la Coral Polifónica o las categorías inferiores del Caldas CF, que dejan de entrenar. El alcalde, Juan Manuel Rey, anunció un refuerzo de todos los servicios que se pusieron en marcha durante el confinamiento de marzo como los servicios sociales.
Valga y Pontecesures son las zonas más calientes del norte de la provincia y han solicitado un cierre perimetral conjunto. Moraña, que no puede desplazarse a concellos vecinos cerrados, mantiene un nivel bajo de contagios.
