Los astados de Garcigrande esperan el regreso de la lidia a Pontevedra

Negros, castaños y colorados conforman el encierro que la ganadería salmantina, con encaste Domecq, trae a Pontevedra para la primera corrida de La Peregrina con El Juli, Manzanares y Tomás Rufo
Corrales de la Plaza de Toros. ALEJANDRO PEDRAS
photo_camera Los corrales de la Plaza de Toros acogen ya a los toros para la corrida de este sábado. ALEJANDRO PEDRAS

Regresaron este jueves los toros de lidia a Pontevedra tras dos años de ausencia por una pandemia que puso en jaque no solo a ferias, sino a todo el sector del toro y, en especial. a las ganaderías de reses bravas que debieron destinar muchos animales directamente al consumo de carne, sin pasar antes por ese lugar en el que todo puede suceder, incluso la conquista de la vida, y donde cobra todo su sentido la existencia de un animal tan hermoso como el toro bravo.

Este jueves, en los corrales de la Plaza de Toros de Pontevedra, se recuperó la frenética actividad que rodea esas horas en las cuales se produce el desembarco de los astados que formarán parte de la primera de las dos corridas que componen este año el ciclo de La Peregrina. Los toros de Garcigrande para los diestros El Juli, José Mari Manzanares y Tomás Rufo llegaron todavía entre las brumas que estos días nos acompañan tras hacer el recorrido por carretera durante buena parte de la noche.

Sin ninguna complicación por parte de los operarios de la Plaza y tras la correspondiente inspección de veterinarios y la aprobación de las autoridades pertinentes, se dio el visto bueno a los ocho toros que con los nombres de Burbujito, Sinmiedo, Bárbaro, Lillesito, Desvalido, Cacereño, Chulo y Bromista, y con unos pesos entre los 470 y los 560 kilos, conforman un encierro muy del tipo de la ganadería salmantina. Con una gran variedad de capas, negros, colorados y un castaño, y entre cuyas cualidades para la lidia se aprecia su cualidad para ir a más en el transcurso de las faenas, el trote alegre y la fijeza de los animales con la muleta.

Gonzalo Sepúlveda, mayoral de Garcigrande. R. ROZAS
Gonzalo Sepúlveda, mayoral de Garcigrande. R. ROZAS

Pero nadie mejor para hablar de ellos que quien tantas horas se ha pasado a su lado, como el mayoral de la ganadería charra, Gonzalo Sepúlveda, y que tan bien los entiende: "La ganadería procede de Juan Pedro Domecq y su encaste. Eso ya define una serie de características que la identifican y tanto Domingo Hernández, que la compró, como su hijo Justo, actualmente, mantienen esa personalidad". Con las reses ya distribuidas para evitar roces entre ellos que los dañen, Gonzalo Sepúlveda nos habla también del encierro llegado a Pontevedra: "En conjunto es una corrida igualada. Creemos que muy seria, con buenas hechuras y que cumple con lo que supone una Plaza con la categoría de la de Pontevedra.

En cuanto al juego que se considera que pueden dar los astados Gonzalo Sepúlveda es tan prudente como inteligente como para saber que el toro hasta que sale a la plaza no puede conocerse su comportamiento y, acudiendo al dicho popular: Los toros, como los melones, hasta que no se abren, no se sabe realmente lo que llevan dentro. Por lo que evita, entre risas, emitir cualquier pronóstico sobre el comportamiento de sus animales durante la lidia.

El mayoral también se refiere a lo que está suponiendo esta temporada para su ganadería, en la que llevan seis o siete corridas, manteniendo el ritmo habitual de los años anteriores a la pandemia. Una pandemia a la que Gonzalo Sepúlveda se refiere como un contexto duro en el que la ganadería se tuvo que adaptar a esa nueva situación en la que "el ganadero no cambió nada. Se siguió alimentando igual al ganado, se quitó algo de vacas y algún toro que se toreó en el campo, a puerta cerrada, y los toros entrenados de la misma manera que antes. Económicamente sí que se ha sufrido mucho, pero bueno, estamos ahora aquí y con muchas ganas de que todo salga bien".

Dos noches serán las que pasen los de Garcigrande en los corrales de la Plaza de San Roque antes de formar parte el sábado de la primera corrida de La Peregrina 2022, donde serán los protagonistas de lo que suceda en una tarde esperada por el público como la del regreso de la actividad taurina a Pontevedra.