Ataque a una enfermera en el Provincial: "Se quere apretar un pouco máis, mátame"

Personal de la planta de Psiquiatría del hospital pontevedrés demanda más seguridad tras el incidente sufrido por la profesional 
Acceso al Hospital Provincial desde la calle Joaquín Costa. GONZALO GARCÍA
photo_camera Acceso al Hospital Provincial desde la calle Joaquín Costa. GONZALO GARCÍA

"Se quere apretar un pouco máis, mátame". Así lo cuenta una enfermera destinada a la planta de Psiquiatría del Hospital Provincial, que el domingo 25 de octubre sufrió el ataque sorpresivo de un paciente que la agarró con el codo por el cuello hasta casi asfixiarla. Ahora, de baja médica, organiza una recogida de firmas para presentar por registro mientras espera la llamada del abogado del Colegio de Enfermería para que le aconseje el próximo paso, pues no descarta acudir a los tribunales. El motivo, denunciar a la gerencia por la "falta de persoal", lo que "redunda na falta de seguridade, tanto para o propio persoal sanitario como para os pacientes". 

Los hechos del día 25 tuvieron lugar en una planta que, ya de por sí, se encuentra "absolutamente illada" del resto del hospital, un edificio que "só conta cun membro de seguridade". A mayores, "o botón antipánico case nunca funciona". "Agarroume polo pescozo co interior do cóbado. Se non chegan a estar os compañeiros ao lado e outros pacientes... non sei o que pasaría. Estamos totalmente desamparados", denuncia.

El personal de esta planta se reduce a una enfermera, dos auxiliares y un celador. "A sala non está chea», pero los ingresados sufren patologías agudas como psicosis, paranoias o esquizofrenia y "nunca se sabe como poden reaccionar". Esta vez "colleume no medio da sala común, pero puido ser no baño, un corredor... Estamos desamparados, tanto o persoal como os pacientes". Cuando sucedió el ataque "uns fuxiron e outros intentaron axudar" y el autor de los hechos "tratou de agredir tamén a un celador".

La profesional atacada destaca la dificultad de combinar las normas de seguridad de dicha ala con las de prevención del virus

La afectada no tiene secuelas físicas, pero sí psicológicas. "Estou mirando cara atrás permanentemente". De hecho, la de Psiquiatría no es una ala convencional, con pacientes confinados en sus habitaciones, pues los internos comparten estancias como comedor y sala común en unas circunstancias que, además, se volvieron más complicadas en plena era covid. "É difícil manter a hixiene, que teñan ben postas as máscaras... As salas de ingresos e visitas non teñen ventilación, pois as ventás están case pechadas" por el protocolo antisuicidios. "Estamos vendidos".

Es por ello que el personal se siente "moi inseguro" y aunque, asegura la afectada, la supervisora respalda sus quejas, "a xerencia non quere" atender sus demandas. "Desta vez pensei que non o contaba. Tamén foi un estrés para o resto de pacientes. Despois do susto que levei, máis medo non podo pasar. Non podemos poñer a nosa vida en risco". 

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