Atascos y parkings completos, entre los efectos colaterales del Black Friday

La Policía Local se vio obligada a realizar cortes puntuales de tráfico por la mañana para evitar que las calles del centro se colapsen de vehículos

Uno de los atascos del Black Friday, en la calle Rouco. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Uno de los atascos del Black Friday, en la calle Rouco. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El Black Friday no solo llenó los comercios y los probadores, sino que provocó tumultos en la calle y una saturación casi constante de los aparcamientos más cercanos al núcleo comercial de Pontevedra. Poco después de la hora de apertura de los establecimientos, los parkings del centro se empezaban a quedar sin plazas y se formaban los primeros atascos.

Así, en parkings como el de la Praza de Barcelos se colgó varias veces a lo largo del día el cartel de completo, con lo que la congestión de vehículos en la zona era todavía mayor, lo que provocó el descontento de muchos de los vecinos, que vieron cómo aumentaba el tiempo para poder entrar y salir.

Además, los aparcamientos disuasorios, como el del Pavillón dos Deportes o el del Pazo da Cultura, también se llenaron durante diferentes momentos de la jornada de compras, ya que muchas personas optaron por ir caminando a las calles del centro para evitar los atascos y tener problemas para encontrar dónde aparcar.

Los parkings del centro colgaron el cartel de 'completo' en varios momentos de la jornada del Black Friday

Tal fue la afluencia de vehículos que la Policía Local se vio obligada a realizar cortes puntuales de tráfico por la mañana a la altura del puente de Os Tirantes, para evitar que la saturación de los viales más céntricos fuese en aumento. Las zonas en las que se vivió un mayor tumulto fueron las de acceso a la ciudad, como Campolongo, Eduardo Pondal o Beiramar.

Por otro lado, un repunte más intenso de lo habitual tanto de vehículos como de viandantes llevó a que se colapsasen muchas calles, sobre todo en el área de Benito Corbal, en las zonas en las que hay más movimiento de peatones y los cruces no están regulados con semáforos.

Los atascos se vieron agravados además por las lluvias que cayeron en diferentes momentos del día y que, como en otras ocasiones, frenaron el ritmo de la circulación de los vehículos.

La mayor afluencia de peatones se dejó notar sobre todo en Benito Corbal y en las calles aledañas, donde se concentran los establecimientos de las grandes marcas. No obstante, la zona monumental y el entorno de Rosalía de Castro también fueron lugares bastante concurridos.

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