Un individuo que, según fuentes policiales, quiso aprovecharse de la situación para recuperarse de una elevada ingesta de bebidas alcohólicas, fue el peor parado del incendio registrado en la mañana de este martes en un garaje comunitario de la calle Cruz Gallástegui, en pleno centro de Pontevedra. A media mañana y cuando el siniestro ya estaba bajo control, el hombre entró en el garaje (en el que no tenía ninguna propiedad) y, víctima del humo que aún persistía en su interior, sufrió una intoxicación por inhalación de gases. Una ambulancia del 061 lo atendió sobre el terreno y acabó en un centro sanitario.
En cuanto al suceso en sí, se declaró poco antes de las nueve de la mañana, cuando vecinos del entorno comenzaron a percibir la salida de una densa humareda de tono negruzco del interior del garaje. Una furgoneta estaba ardiendo por causas que se investigan.

La Policía Local, los Bomberos y la Policía Nacional se presentaron rápidamente en el lugar. Los primeros acordonaron la zona y cortaron la circulación rodada para evitar riesgos y permitir el trabajo de los servicios de extinción de incendios, que rápidamente consiguieron su objetivo e impidieron que las llamas se extendiesen a otros vehículos, afectados, eso sí, por el humo. Esa misma humareda provocó un desalojo puntual del inmueble, cuyos vecinos permanecieron en el exterior durante aproximadamente una hora por precaución.
El resto de la mañana, el garaje debía quedarse abierto, dada la acumulación de gases tóxicos en su interior.
La víctima, que pasaba por el céntrico lugar, decidió aprovechar que el estacionamiento comunitario estaba abierto para refugiarse en él con la intención de recuperarse de una intoxicación etílica producto de una elevada ingesta de bebidas alcohólicas, según fuentes oficiales de la Comisaría Provincial de Pontevedra, que descartaron la hipótesis de un intento de robo.
Horas más tarde aún se percibía el olor a humo en el entorno de Cruz Gallástegui y el enclave seguía abierto por recomendación de los Bomberos.
