Atracan una cafetería tras amenazar a la camarera con un objeto punzante

El asalto ocurrió el lunes por la noche en la calle Peregrina. El caco se llevó la recaudación del día y huyó a la carrera
La empleada que sufrió el asalto, de espaldas, en el mismo lugar del suceso.
photo_camera La empleada que sufrió el asalto, de espaldas, en el mismo lugar del suceso.

La joven empleada de una cafetería ubicada en la calle Peregrina, en pleno centro de Pontevedra, padeció en sus carnes la crudeza de un asalto a mano armada que tardará algún tiempo en olvidar. Un ladrón que no parecía serlo (su aspecto era, según el testimonio de la propia víctima, de lo más normal) logró llevarse toda la recaudación que se guardaba en la caja registradora del establecimiento de hostelería después de amenazar con clavar un objeto punzante a la camarera.

Ocurrió minutos antes de las doce de la noche del lunes al martes

El asalto ocurrió minutos antes de las doce de la noche del lunes al martes. El ladrón, de unos 30 años, pidió una consumición y la empleada le sirvió normalmente, sin sospechar nada de lo que iba a suceder a continuación.

El autor de la fechoría, cuya descripción podría coincidir con una persona conocida por dedicarse con anterioridad a actividades delictivas similares, aguardó pacientemente el momento en el que no quedaba nadie en el interior de la cafetería, coincidiendo con un instante en el que apenas transitaban viandantes por el exterior del local.

En un momento dado, el supuesto cliente rodeó la barra y, aprovechando que la empleada estaba de espaldas, se abalanzó sobre ella al tiempo que le ponía un objeto punzante, indicándole que le entregase todo el dinero que hubiese en el establecimiento. La joven, sorprendida y en estado de shock, accedió a la petición del ladrón, que se llevó la recaudación y emprendió la huida a la carrera, en dirección a la avenida de Vigo.

La empleada ofreció  una descripción física del asaltante

Agentes de la Policía Nacional de Pontevedra llegaron al lugar en cuestión de minutos en respuesta a la llamada de la joven, que les ofreció la descripción física del asaltante. Los funcionarios establecieron un dispositivo de búsqueda por las inmediaciones que en un primer momento dio resultado negativo, si bien este periódico pudo saber que las investigaciones dirigidas a la identificación del ladrón marchan bien encaminadas.

La clientela habitual del bar se mostró muy sorprendida al saber de la noticia, pues en la franja horaria en la que sucedió el asalto es extraño que no haya más clientes.

El establecimiento llevaba mucho tiempo sin ser objeto de un asalto, aunque años atrás había sufrido un robo con fuerza cuando estaba cerrado. Sin embargo, esta es la primera vez que un ladrón que emplea métodos violentos asalta la céntrica cafetería.

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