El verano toca su fin y la Feira Franca se pone en marcha para despedirlo. La última gran fiesta de las vacaciones vuelve a llenar, una vez más, la ciudad de los mismos andamios que anuncian su llegada. Begoña Paz, responsable de la decoración medieval, da alguna de las claves acerca de sus preparativos.
"Llevamos trabajando desde la primera semana de agosto, estamos preparando las lonas y una puerta que se va a cambiar este año, la de Trabancas. En la calle empezamos esta semana con los andamios, la carpintería... La parte de la decoración es la final, comenzará este sábado hasta la semana que viene. Cada día montaremos una puerta", explicó la coordinadora. "Lo haremos prontito por la mañana para no molestar a la gente, además, con este calor, es mejor así", apuntó.
Aunque agosto sea un mes de planificación activa para su equipo de nueve organizadores, lo cierto es que Begoña Paz lleva trabajando en el proyecto desde mayo. "En mayo se concreta con el Concello, es un proceso muy sistemático; llevamos encargándonos mucho tiempo", añadió. "Buscamos referencias históricas e imágenes en el museo", comentó.
Después de todos estos años la responsable recuerda con especial simpatía el crecimiento, poco a poco, de la feria, pero también algún que otro imprevisto. "Queremos que el jueves sea el último día, entonces montaremos los dragones y los árboles. El viernes ya estaría todo listo para evitar problemas. Hace dos años, por ejemplo, pasó un camión y nos rompió un arco", recordó. "También nos hemos encontrado grafitis", admitió.
"Está muy ambientada a muchos niveles: comida, vestidos, arquitectura... Es vivir, de repente, en otra época", resolvió Begoña Paz. Como ya es habitual, la agenda de la celebración medieval está repleta de actividades para todos los públicos. La participación activa de los pontevedreses es una pieza clave en el éxito de la Feira Franca. A día de hoy, la Concellería de Festas informa de que ya hay 233 cenas y comidas de particulares autorizadas en la calle; 143 permisos para los negocios de hostelería y 68 para la instalación de puestos en el mercado medieval (31 de artesanía y 37 de alimentación). Las leyendas serán el hilo conductor de unos festejos que en ediciones anteriores fueron dedicados al mar, a la agricultura, a las cantigas e incluso, a los juegos populares o a la alquimia.
El inicio de las fiestas tendrá lugar el viernes en el centro histórico con unos pregoneros a caballo a las 19.00 horas. Para entonces, la ciudad entera habrá viajado siglos atrás en el tiempo, dando por finalizada su transición hacia el medievo.
