Audasa lleva recaudados en los 40 meses de obras en Rande casi tanto como ha costado la famosa ampliación del puente de la autopista gallega. La obra, presentada hace dos legislaturas e inaugurada el pasado 30 de diciembre, precisó una inversión próxima a los 192 millones de euros, según las cuentas hechas públicas por la concesionaria. Y la realidad es que las taquillas entre Pontevedra y Vigo y entre Vigo y Redondela llevan recaudado en este tiempo más de 150 millones.
El proyecto se inauguró en falso en diciembre para que Audasa pudiera subir un 1,8% el peaje. Así rezaba el convenio suscrito con el Ministerio de Fomento: o la obra estaba operativa antes del 1 de enero de 2018 o no había incremento de los precios. Pero esta subida responde sólo al IPC del último ejercicio. En realidad, Audasa está autorizada a subir progresivamente el peaje hasta un 3,8% para, teóricamente, recuperar la inversión realizada. Y lo cierto es que a la gestora de la carretera le bastaría la caja de los últimos 40 meses en las cabinas de Pontevedra para, prácticamente, saldar su inversión.
Se trata, además, de una recaudación ampliamente cuestionada. En estos casi tres años y medio de martirio para los usuarios de la autopista, decenas de miles de conductores han malgastado millares de horas serpenteando unos trabajos que, por fuerza, tenían que entorpecer (y mucho) la circulación. Pero lo han hecho sin una sola compensación por parte de la gestora de la AP-9. Es más, en todo este tiempo no ha habido ni una sola disculpa oficial de Audasa. Ni un solo día, pese a las jornadas en las que las retenciones superaron las dos horas, se levantaron las barreras para que los conductores atravesasen el peaje sin pagar por una rapidez y seguridad que, obviamente, no habían recibido.
Las auditorías oficiales publicadas por el grupo Itínere confirman que en el último año fiscal cerrado (2016) Audasa ingresó cerca de 140 millones de euros en los peajes de la autopista gallega. Algo más de un tercio de esta cantidad se gestiona entre Vigo y Pontevedra. Cada día cubren esta distancia por la AP-9 una media de 37.000 vehículos. Pero los meses de verano la cifra se dispara por encima de los 70.000 coches, según presume la propia gestora de la carretera en sus videos corporativos.
De hecho, esta masificación ha sido la gran culpable de que el puente se haya tenido que agrandar. Un proyecto que ha marcado un hito en la ingeniería, ya que se trata del primer voladizo atirantado sobre el mar que se amplía en el mundo. La obra requirió adherir 80 nuevos tirantes sobre la plataforma de 1.558 metros que vuela en la ría viguesa a 148 metros de altura sobre el océano Atlántico.
Se supone que los dos nuevos carriles construidos a ambos lados del puente aumentarán un 42% la capacidad del voladizo más famoso de España. Por ahora se desconoce la verdadera eficacia del proyecto. Su apertura en falso el pasado diciembre dio paso apenas diez días después a nuevos cortes de tráfico para continuar lo que Audasa llamaba reasfaltado. Tampoco era cierto. El 26 de abril, tres meses más tarde, se reabrió al tráfico el puente en su totalidad con el firme ya renovado. Pero las obras siguieron y todavía continúan. No duró abierto ni una semana. Ahora son trabajos de mantenimiento los que siguen demorando el uso completo del puente ampliado. Este fin de semana se marcará un nuevo hito con la apertura al tráfico del también renovado corredor de O Morrazo, convertido ya en autovía. ¿Acabarán entonces (y por fin) las obras de Rande? La respuesta es no. Los nuevos accesos desde el puente a esta carretera seguirán todavía varias semanas más en obras hasta completar su diseño. Las obras permanecen... y Audasa sigue sumando.
