La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dictado otra sentencia que no gustó nada entre quienes se baten el cobre a diario para combatir las mafias del crimen organizado en las Rías Baixas. El tribunal entiende que no existen indicios suficientes como para condenar a Manuel Sineiro, alias Machucho, ni a los otros tres acusados, por la detención ilegal del (también) narcotraficante José Bernardo Villaverde Amil, vecino de Pontevedra y que, según la Policía Nacional, fue quien pagó con su vida por la pérdida de un alijo de 4.000 kilos de hachís en octubre de 2010. La Audiencia tilda las argumentaciones expuestas por el fiscal jefe, a instancias del Greco Galicia, de "meras hipótesis", poniendo en tela de juicio una laboriosa investigación llevada a cabo por los agentes.
El dictamen comienza reconociendo que no le constan los antecedentes penales de Sineiro pese a que fue condenado por su participación en el citado alijo de 4.000 kilos de hachís en la sala segunda pontevederesa, a solo diez metros de distancia de la sala cuarta, hace apenas unos meses.
Continúa argumentando que ninguno de los indicios aportados por el Ministerio Público tienen el peso suficiente, y señala que lo único probado es que Sineiro acudió a Monte Porreiro en busca de Villaverde y que ambos se fueron juntos, asegurando que el pontevedrés se fue por voluntad propia.
Tampoco le da relevancia a la declaración de la esposa de la víctima en la que, entre otras cosas, dijo que vio salir a su marido con Sineiro y que días después fue a pedirle explicaciones, recibiendo como respuesta que dejase de buscar, que Villaverde Amil ya no iba a aparecer. Tampoco se sabe nada de Pelopincho, socio de los anteriores en el narcotráfico, desde ese mismo día.