"Aún queda tiempo, pero esperábamos más problemas de los que hay"

La Policía Local, Protección Civil y los servicios sociales dependientes del Concello se coordinan para supervisar la crisis provocada por el coronavirus y ofrecer la mejor atención a los vecinos de la Boa Vila
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photo_camera Imagen del encuentro celebrado en Diario de Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Nos sentamos en la mesa de la redacción con más precauciones de las habituales. Hermenegildo Novoa, presidente de Protección Civil y uno de los contertulios, recibe una llamada. Una persona que vive sola le pide que acudan al centro de salud de A Parda para recogerle los resultados de unos análisis y evitar así cualquier exposición a la Covid-19. Mientras resuelve la gestión, el pan suyo de cada día en la actual crisis, abre el fuego el inspector-jefe José Duarte, número 2 de la Policía Local de Pontevedra. "Al principio se trató de concienciar a la ciudadanía de la necesidad del aislamiento, algo que fueron entendiendo, y se fue confinando. En una segunda fase empezamos a denunciar las infracciones que se detectaban. Hubo un número más o menos importante. Ahora, en esta tercera semana, están descendiendo mucho. Los ciudadanos se lo están tomando en serio". La conclusión de un reposado encuentro entre los distintos responsables de los servicios municipales es que la Boa Vila está atravesando la peor crisis sanitaria de la historia con respeto y calma a partes iguales, avanzando con pie firme para que sus más de 80.000 vecinos puedan superarla.

José Duarte (Policía Local)

"Mucha gente nos pregunta si puede ir a trabajar porque no sabe cómo va a pasar el mes. La picaresca es inevitable"

JAVI CRISIS CORONAVIRUS. ENTREVISTA DIARIO CON REPRESENTANTES PROTECCION CIVIL, POLICIA LOCA.   FOTOS CURIOSAS. PERRO CON PATUCOS DE PLASTICO POR TEMA VIRUS, SEÑOR EN BATA POR LA CALLE ETC.PUENTE DE LA BARCA CON UN SOLO SENTIDO DE TRANSITO DE PEATONES"Al principio era inevitable la picaresca, el sentir latino. Todo el mundo nos ponía la excusa del pan, el tabaco o la compra". Interviene una vez más el inspector-jefe Duarte. "Cuando empezamos a controlar determinados perfiles reincidentes, al final acabamos denunciando, no nos quedaba otra. Llega un momento que se les caían los argumentos y las excusas. En todo caso, en relación a la población de Pontevedra, el número de denuncias no fue tan elevado. Sí es cierto que podemos estar hablando de unas 170 a día de hoy, que no son tantas. Conozco experiencias de otras ciudades y es cierto que no estamos teniendo grandes conflictos en Pontevedra. Tenemos algún caso díscolo que te dice que tiene que salir porque sí, pero son pocos. Por otra parte, tenemos suerte que en la plantilla estamos casi todos, no ha caído nadie, y eso es una ayuda".

Sí se nota una mayor carga de trabajo. Las llamadas casi se han triplicado respecto a un mes de marzo habitual. "Antes de la Covid se estaban recibiendo en la central de comunicaciones unas 90 llamadas diarias. Ahora 250, más o menos. Muchas son para información, para ver si pueden o no hacer ciertas cosas, y otras son pidiendo ayuda. Gente de fuera, por ejemplo, que tiene aquí a personas mayores que viven solas. Acudimos a sus domicilios, comprobamos que todo está bien y les devolvemos la llamada. Esto es un equipo multidisciplinar, no es solo Policía, también está Protección Civil, el SAF (Servicio de Atención ao Fogar) que está yendo a viviendas y haciendo la compra a personas que no pueden salir a la calle... Se nos demanda ayuda y, o la damos nosotros, o la derivamos".

Manuel Omil, portavoz de los agentes municipales, recuerda que "una de las primeras gestiones que se hicieron fue contactar con personas mayores que viven solas. Se realizaron unas 3.000 llamadas para informarles de todos los servicios que se les podían prestar". Duarte apostilla que "la labor social nos ocupa mucho tiempo en estos momentos y pensamos que está funcionando razonablemente bien". Servicios como el de recogida de la basura a personas que han dado positivo, cada dos días, en sus casas, son otro ejemplo de ello.

Hermenegildo Novoa (Protección Civil)

"Ahora no se come en San Francisco, les damos una bolsa a cada uno y se la llevan para evitar contagios"

JAVI CRISIS CORONAVIRUS. ENTREVISTA DIARIO CON REPRESENTANTES PROTECCION CIVIL, POLICIA LOCA.   FOTOS CURIOSAS. PERRO CON PATUCOS DE PLASTICO POR TEMA VIRUS, SEÑOR EN BATA POR LA CALLE ETC.PUENTE DE LA BARCA CON UN SOLO SENTIDO DE TRANSITO DE PEATONESUn punto caliente es el comedor de San Francisco, donde antes de la crisis se reunían numerosas personas de escasos recursos para hacerse con un plato de comida. Novoa, jefe de Protección Civil, apunta que "ahora hay bastante más gente que antes. Acudimos allí los lunes, los miércoles y las viernes, aproximadamente desde las 11 hasta las 14.00 horas. Las personas que echaban una mano allí eran mayores y ahora están en casa. Por eso nos ocupamos nosotros, ofreciendo el servicio, aunque no se come en el interior de las instalaciones. A cada uno se le entrega una bolsa y se la llevan".

En cuanto a las personas sin hogar, se concentraron todas en Raíña da Paz. "Bien sea desde San Francisco o bien desde el albergue de Cáritas de Monte Porreiro, se les lleva la comida", añade Novoa. "Hubo un caso de contagio y desde entonces la Policía Nacional nos acompaña para que no surja ningún problema".

Sobre el trabajo en el citado centro, el inspector Duarte afirma que "teniendo en cuenta el colectivo que es, y es un grupo importante, no está habiendo conflictos. También se dan cuenta de la realidad que estamos viviendo y se cuidan". Las 28 personas que allí se concentran cubren el cupo máximo de la instalación.

DEBERES A DOMICILIO. Protección Civil también se encarga de que ningún niño se quede sin la posibilidad de hacer los deberes, centrándose en quienes carecen de conexiones a Internet en sus casas. Novoa explica que "vamos a la Casa Azul, al secretariado del pueblo gitano, a recogerles los deberes. Son sobre 15 sobres de niños que viven en distintos puntos, casi todos en el extrarradio. Se los entregamos y después se los recogemos para que se los corrijan. Lo hacemos semanalmente, cada lunes. Lo reciben bien. La mayor parte viven en la zona de Cabanas. Tenemos los teléfonos de contacto de cada uno de ellos".

Una cuestión que preocupaba era la posibilidad de un incremento en la delincuencia. Nada más lejos de la realidad. "No detectamos aumento de delitos contra la propiedad. Por las noches tenemos tres patrullas de servicio y es cierto que es más fácil de detectar cualquier movimiento. Tienen difícil moverse. Tampoco estamos teniendo requerimientos sobre situaciones de tensión o hurtos. Por las noches tenemos instrucciones de pasar por naves y zonas apartadas. No hay, por ahora, incremento", detalla Duarte. Omil añade que "no hay conflictos en las viviendas. Estábamos pendientes de que esto creciese y vemos que por ahora no, salvo casos muy puntuales que pueden pasar en cualquier otra época. Tampoco hay incremento en la violencia de género". "La previsión inicial que teníamos era que podían aumentar los conflictos familiares y la violencia de género. No está ocurriendo por el momento", matiza Duarte.

Cierto es que muchas llamadas a la Policía Local provienen de personas que "nos preguntan si pueden trabajar y que nos dicen a ver cómo van a poder pasar el mes". Los agentes solo pueden informarles de lo que está permitido y lo que no. "Seguro que hay personas que se buscan sus recursos, eso es inevitable".

El inspector-jefe detalla el mecanismo de coordinación que, con dos reuniones por semana, permite que todo fluya entre los distintos cuerpos de seguridad. "Nosotros tenemos una zona, la Brilat tiene otra, la UME hace sus servicios y la Policía Autonómica la suya. Hubo un reparto territorial, CNP y Brilat están en el centro, nosotros en el Norte y UPA (Policía Autonómica) en el Sur para el control de movimiento de personas y vehículos".

La seguridad de la zona de toma de muestras de Alexandre Bóveda es cosa de la Policía Local. "Se estableció un circuito seguro para que pudiese hacerse sin salir del vehículo, con previa cita. La gente ya lo sabe y no hay problema alguno. En los accesos a los hospitales la afluencia está muy controlada y está funcionando muy bien", añade Duarte.

En cuanto a posibles fallecidos, Pontevedra no está registrando más de los habituales en una primavera al uso. "Las funerarias y los servicios municipales están desarrollando la labor sin problemas. Sí tuvimos la previsión de un entierro que podía tener gran afluencia, pero fueron conscientes y cumplieron las limitaciones. No hemos tenido fallecidos por la Covid en Pontevedra, que a mí me conste, toquemos madera".

Pese a la aparente calma, José Duarte advierte de que "casi todos conocemos a alguien que dio positivo y vemos que se muere gente de todos los perfiles. Se percibe miedo y eso provoca que la gente sea rigurosa y tengan más cuidado. Sorprende, para bien, que aquí están funcionando las cosas. Queda tiempo y es normal que la haya impaciencia. La semana pasada esperaba más problemas, pero lo estamos llevando bien".

Manuel Omil (Policía Local)

"Estábamos pendientes de que creciesen los conflictos en las casas y todavía no ha pasado"

JAVI CRISIS CORONAVIRUS. ENTREVISTA DIARIO CON REPRESENTANTES PROTECCION CIVIL, POLICIA LOCA.   FOTOS CURIOSAS. PERRO CON PATUCOS DE PLASTICO POR TEMA VIRUS, SEÑOR EN BATA POR LA CALLE ETC.PUENTE DE LA BARCA CON UN SOLO SENTIDO DE TRANSITO DE PEATONESManuel Omil resume que "esto es una cosa de todos, no solo de la Policía ni de los sanitarios, es de toda la sociedad. Los concellos tienen un trato muy directo y es importante que todo el mundo se sienta protegido. Los políticos hacen una labor importante de coordinación de todos los servicios, no solo en Pontevedra, sino que me consta que también en otros municipios, como Sanxenxo o Marín".

Duarte quiere dar las gracias a los vecinos "por la brillante ejecución de lo que se está llevando a cabo", al tiempo que quiere "pedir paciencia, pues cuanto más rigurosos seamos en las medidas, más rápido irá esto y el virus se morirá por sí mismo".

Novoa se congratula de que "nos agradecen mucho la colaboración. Trabajamos con personas con problemas de movilidad, les vamos a la compra o a la farmacia».

Protección Civil ofrece, además, un servicio para "34 niños desprotegidos que antes comían en el comedor escolar. El Concello ha contratado a una empresa, un bar en Estribela, en el que nosotros les recogemos cada día los alimentos". Sobre las 12, voluntarios acuden al local, "y después se los repartimos en sus domicilios. Cada ración es diferente. Es importante, porque si nosotros no les llevamos la comida, tal vez no coman. Servicios Sociales del Concello nos deriva esta tarea".

Esa comida antes les llegaba desde San Francisco, pero con la incorporación de Raíña da Paz se reparten los servicios. Y para los niños se buscó un servicio externo. La clave es la coordinación y el aprovechamiento de todos los recursos, con un fin único. "Queremos superar esta crisis sin que nadie se quede atrás".

"El policía de balcón tiene que respetar al que está fuera"

Otro punto caliente podrían ser los centros de mayores, aunque no en Pontevedra. "Se aumentaron las visitas y no tenemos tampoco problemas. Están controlados, lo mismo que los mayores que están en sus casas", señala Duarte.

Entre los ciudadanos confinados y los que no lo están subyace una cierta tensión cuando estos últimos salen a la calle. Y aparecen los llamados policías de balcón. "Es un porcentaje muy alto de llamadas", detallan los agentes. "Hay que tener muy presente que muchas de las personas que están en la calle es porque tienen que estar. Nosotros acudimos a esas llamadas de los policías de balcón, evaluamos, es cierto que hay abuso en algún caso, pero hay que ser conscientes de que muchos tienen motivos para estar en la calle y se debe respetar".

Entre las excusas que ponen los que incumplen, Duarte diferencia entre "el latino que intenta justificarse", pero también expone "el perfil del que le da todo igual, pero eso también lo teníamos antes. No es violento, y no tenemos ningún detenido. Sí que hay denuncias reiteradas a algunos". Manuel Omil cuenta, como curiosidad, que "nos llamaron diciendo que en un piso había encuentros sexuales y gente esperando en el portal. Llegamos y no había nadie, pero en la puerta vimos dos personas que no pudieron justificar por qué estaban allí, y fueron denunciadas». "También están los perros que están sobrepaseando», añade Duarte.

Novoa agradece que muchos ciudadanos estén dispuestos a ayudar. "Hemos recibido más de 100 llamadas de particulares dispuestos, pero nosotros ahora no queremos exponer a nadie. Si no hay una emergencia lo haremos con nuestros servicios propios, somos entre 40 y 45 con cinco vehículos, y por ahora podemos atender a la gente perfectamente bien". Omil destaca casos de "personas mayores con demencias, pérdidas de memoria, que quieren salir de casa. Sus familiares nos llaman para que seamos nosotros los que les instemos a permanecer en casa. Es cierto que hay más gente mayor que joven en la calle".

Sobre el aplauso de las ocho de la tarde, Duarte explica que es un momento en el que "la gente libera la tensión, ya no es un aplauso a los sanitarios o a nosotros. La Policía no está acostumbrada a que se le aplauda...", y añade que "no podemos acudir para felicitarle el cumpleaños a todo el mundo, eso es inviable". Tienen numerosas peticiones sobre ello.

El inspector jefe rompe una lanza, por último, en favor de su equipo. "La plantilla está completamente volcada. Se cambiaron los turnos y los horarios y vemos implicación absoluta. Estamos encantados con el apoyo de los policías de calle. Y muy organizados".

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