La aventura de volver a casa

DESDE ECUADOR, AUSTRALIA Y FILIPINAS ▶Tres grupos de viajeros pontevedreses regresan por fin a sus hogares tras varios días de incertidumbre alrededor del mundo, al declararse el estado de alarma que dio un vuelco a sus viajes, a sus planes y a sus vidas
Olalla, Joan, Janna, Ione y Caterina, este lunes en Madrid-Barajas. CEDIDA
photo_camera Olalla, Joan, Janna, Ione y Caterina, este lunes en Madrid-Barajas. CEDIDA

Ecuador fue la ilusión y también la cárcel de algunos de los miembros de la Asociación Internacional de Sanitarios de España (AISE), que se desplazaron al país para ejercer el voluntariado. Allí, en plena selva amazónica, en la zona de Zamora-Chinchipie, se encontraba la periodista de Ponteareas Olalla Arbones, junto a otros cuatro compañeros con los que formaba el grupo tres.

La última vez que Olalla habló con este periódico estaba aislada con los otros integrantes del grupo en el pueblo de Guadalupe, en la misión de unas monjas franciscanas, sin saber cuanto tiempo más estaría sin poder regresar a casa. Este lunes contaba su particular odisea ya desde el aeropuerto de Madrid-Barajas, al lado de sus compañeros, con la seguridad de estar a pocas horas de Ponteareas.

Pero el camino hasta allí no ha sido, ni mucho menos, fácil. "Tardamos tres días en llegar a Madrid", asegura. "El fin de semana del día 14 el país empezó a tomar medidas porque ya tenían alrededor de 12 casos de contagios. La primera medida fue un toque de queda, que el martes aumentaron a desde las 16.00 hasta las 5.00 horas".

Ante esta situación, con la urgencia de volver a España y los vuelos cancelados, el grupo comenzó a buscar opciones. El Consulado les pudo ubicar en vuelos de Iberia desde Guayaquil con destino Madrid. Olalla pagó íntegramente los 612 dólares del billete. Con once horas en coche de distancia entre Guadalupe y Guayaquil, un toque de queda y una restricción para la circulación de vehículos, el trayecto parecía imposible. Aunque consiguieron un chófer, tuvieron que ser reubicados en un vuelo para el domingo, dos días después de lo previsto, ante la negativa de la Alcaldía de Guayaquil acerca del aterrizaje del avión que los iba a buscar desde Madrid, y que debería haber salido el pasado viernes. "Con esto también nos cambiaron el vuelo de salida, de Guayaquil a Quito, que todavía está mas lejos. Afortunadamente conseguimos otro chófer de confianza de la residencia en la que estábamos. Cada día iban restringiendo más las medidas y nuestro vuelo peligraba. Hasta el día antes no pudimos convencer al chófer. Fueron 15 horas de viaje en una furgoneta", cuenta Olalla.

Papeles, permisos del Consulado y una travesía por las cuatro provincias amazónicas de Perú, subiendo por la cordillera andina, con carreteras plagadas de controles militares y sanitarios en los que "en uno de ellos nos rociaron lejía diluida con una sulfatadora", fue el resto de una aventura insólita que, finalmente, terminó en Madrid, "a punto de llegar a casa".

Perú. No habrá opciones hasta el 16 de abril
Los 1.279 turistas españoles atrapados en Perú no podrán volver a casa por el momento, ya que se prevé que hasta el 16 de abril el país estará cerrado a vuelos internacionales.

Según ha informado la Embajada de España en Perú y su Consulado, actualmente se encuentran en negociaciones con dos compañías aéreas para facilitar los traslados. Además, informan de que se permitirán traslados de turistas a Lima, la capital.


​FILIPINAS Y AUSTRALIA. El pasado fin de semana, después de dos días de viaje de regreso, terminaba también el confinamiento de Mayte Méndez y Guillermo Dopazo, dos vecinos de O Salnés que se encontraban atrapados en un aeropuerto de las islas Filipinas, junto a otros dos familiares. "Si conseguimos volver fue gracias a nuestra perseverancia, estando todos los días en el aeropuerto intentando conseguir que nos cambiasen el vuelo de vuelta, que estaba fijado para el día 24. Viendo como se estaban poniendo las cosas, era urgente salir de allí".

Guillermo, Mayte, Mónica y Ricardo a su llegada a Sanxenxo. CEDIDA
Guillermo, Mayte, Mónica y Ricardo a su llegada a Sanxenxo. CEDIDA


​La travesía pasó por un gran número de escalas y la cancelación de vuelos europeos, y finalmente discurrió por Bruselas, Madrid y Vigo. "No tuvimos ninguna ayuda por parte de las instituciones, únicamente nos apoyó el alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, que nos llamaba todos los días varias veces para saber cómo estábamos y ayudarnos con lo que estuviera en su mano", relata Mayte.

Ahora, en la tranquilidad del hogar, las dos parejas harán una cuarentena de un mes en Sanxenxo, aislados de Meaño, donde se encuentra la familia.

Este lunes lograba aterrizar también en suelo gallego el concelleiro de Obras e Servizos de Sanxenxo, Óscar Vilar, que pudo volver desde Australia tras un viaje de regreso de 60 horas en total, junto al grupo de amigos con el que se encontraba de vacaciones en Melbourne desde hacía varias semanas. "Tivemos que facer noite en Ámsterdam por un retraso, e tamén collimos algún tren", explica.

Ahora, todos se encuentran en casa en perfecto estado, para afrontar una "cuarentena intensa".

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