La colaboración ciudadana es esencial para el esclarecimiento de multitud de delitos, pero también es vital para la detección temprana de situaciones límite que atraviesan determinadas personas que, de otro modo, no llegarían a oídos de los servicios de emergencias. Eso es lo que sucedió el domingo pasado en el barrio de San Antoniño, donde el aviso de una vecina, que llamó al 112, sirvió para que los Bomberos pudiesen rescatar a un varón de 91 años que se hallaba tendido tras sufrir un accidente doméstico.
Los hechos se produjeron sobre las 10.30 horas del citado día. A las 10.45, los miembros del Parque Municipal de Bomberos de Pontevedra ya habían recibido el aviso por parte de la central de emergencias del 112 Galicia de que un hombre de avanzada edad se hallaba en apuros, después de recibir la llamada de la ciudadana, que observó desde la distancia que se encontraba tendido en el suelo y no lograba reincorporarse.
Los Bomberos, que se personaron en el lugar tras recibir el aviso por parte de la Policía Local (la vivienda de la víctima está ubicada en el número 28 de la calle San Antoniño), efectuaron un veloz recorrido por las inmediaciones en busca del lugar más apropiado para acceder al piso con la mayor rapidez posible.
CON LA ESCALERA. Finalmente optaron por ascender a la vivienda desde la calle Gerardo Álvarez Limeses (vial que da salida a la fachada posterior del edificio). Con ayuda de la escalera, consiguieron acceder al lugar.
Una vez allí comprobaron que el hombre estaba tendido muy cerca de la puerta de entrada, que estaba semiabierta, lo que hizo que tuviesen que ser muy cuidadosos en sus últimas maniobras.
Una vez en el interior, los Bomberos y los agentes de la Policía Local (que, como es habitual, prestaron apoyo para el operativo) dieron paso a los efectivos sanitarios del 061, que atendieron al nonagenario que, por su reducida movilidad (como consecuencia de su edad), no había podido reincorporarse después de sufrir la mencionada caída en su hogar.
