Pontevedra licitó este lunes el renovado contrato de basuras. Lo hizo tras retocar los pliegos para excluir la recogida de textiles del que será el mayor concurso público en la historia del Concello. La modificación de las bases atiende a un recurso presentado por Moda Re, la cooperativa social de Cáritas que logró que el Tribunal Administrativo de Contratación Pública de Galicia (Tacgal) le diese la razón en su reclamación.
El nuevo servicio tendrá una vigencia de 20 años y su presupuesto superará los 233 millones de euros. La inversión exacta asciende a 233.395.720 euros (IVA incluido), o lo que es lo mismo, 11.669.786 euros por año. Las empresas dispondrán hasta el próximo 6 de junio para presentar sus ofertas.
El nuevo sistema de basuras implicará una transformación casi total y podría ser el primero de España en cumplir con la nueva Ley de Residuos. El compostaje será obligatorio en todo el municipio a través de las tres patas del Plan Composta, que ahora es voluntario. Se completará el reparto de composteros individuales en las viviendas con huerto, se ampliará la red de composteros comunitarios hasta alcanzar las cien islas y se instalarán más contenedores marrones por todo el casco urbano.
El casco histórico tendrá un tratamiento especial. Los contenedores serán de quita y pon con el objetivo de mejorar la imagen de la zona monumental.
En el rural convivirá el autocompostaje doméstico con el servicio tradicional de recogida de biorresiduos, que se hará a través de los citados contenedores marrones. De esta manera se garantizará que las viviendas sin terreno y propietarios que no residan habitualmente en la zona no tengan dificultades para depositar los restos de comida.
El concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, recordó que los pormenores del funcionamiento del nuevo sistema dependerán de la propuesta que trasladen las distintas empresas. Una vez renovado, la aplicación del contrato se hará de forma gradual.
El edil del BNG avanzó, por otra parte, que el servicio contará con más medios personales y técnicos. Los pliegos darán más puntos a las licitadoras que renueven la flota con vehículos menos contaminantes y se sumarán 3.251 nuevos contenedores en las distintas islas, casi un 25% más de los que hay en la actualidad.
La recogida de aceite usado doméstico dispondrá de un servicio propio. Será a través de contenedores repartidos en distintos puntos de la ciudad, si bien el Concello no esconde que el objetivo final es implicar al tejido privado en la habilitación de puntos que permitan contar con esta prestación.
Además de aceite, Pontevedra estrenará un plan de recogida de pilas y baterías. Para ello se prevé colocar un millar de recipientes para depositar estos dispositivos.
