La rehabilitación de la Casa Consistorial de Pontevedra comenzará antes de acabar el año. Esa es la previsión que maneja el Concello, que este mes contará con el proyecto de ejecución encargado al estudio de arquitectura pontevedrés Uña+Amandi. La obra contará con un presupuesto de 700.000 euros y durará seis meses, por lo que la reforma del edificio será una realidad para su 142 aniversario, que se celebrará el 24 de agosto de 2022.
Los trabajos se centrarán en la primera planta del inmueble, que lleva una década cerrada. Este ámbito presenta un avanzado estado de abandono y el paso está prohibido por razones de seguridad. El proyecto municipal permitirá recuperar el salón de Plenos, habilitar salas de reuniones y un nuevo despacho para actos oficiales de la Alcaldía.
La intervención también servirá para solucionar los problemas de accesibilidad que presenta el Consistorio. Se hará por medio de un ascensor, que se instalará en el lateral izquierdo de la entrada por la calle Alhóndiga, que era por la que antiguamente se accedía al inmueble. "Darémoslle unha entrada digna por abaixo, que foi a primeira que tivo o edificio", explicó ayer el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, durante una visita a la Casa Consistorial, cuya entrada principal es, en la actualidad, por la Praza de España. Una vez concluida la reforma, este paso se usará únicamente para actos institucionales. Vecinos y funcionarios entrarán por Alhóndiga.
El regidor municipal pasó revista al inmueble en compañía de la edil de Réxime Interior y Promoción da Cidade, Anabel Gulías, y los servicios técnicos. Allí comprobaron la marcha de las catas que se están llevando a cabo en el sótano del Consistorio, construido en 1944, en la que fue la última gran reforma del edificio.
El arquitecto jefe del Concello, Ángel Velando, aseguró que estos estudios no afectarán al proyecto de rehabilitación del Consistorio. "Fixéronse as catas para determinar a pegada histórica do edificio, que máis ou menos xa coñeciamos. Conseguirmos atopar algunas portas e pasos do Concello tal e como o concebiu (Alejandro) Sesmero", dijo el técnico sobre el arquitecto que diseñó este inmueble histórico.
El grupo de expertos que se dedica a estas tareas, entre los que se encuentra el arqueólogo municipal, Xoán Carlos Castro, sospecha que las obras hechas durante la dictadura no tuvieron en cuenta posibles restos de valor. "É factible que este edificio agoche vestixios e pegadas dos seus antecesores", apostilla Castro.
El solar sobre el que se levanta el actual Consistorio estaba ocupado por una de las puertas de entrada a Pontevedra, la Bastida Grande. Las huellas de aquel torreón del siglo XV, vinculado a la muralla medieval, podrían estar soterrados. Los técnicos también creen que podría haber restos de las casas consistoriales precedentes. Por ese motivo se prevé una segunda fase del proyecto, centrado en el sótano.
La máxima distinción de la capital provincial le fue retirada al dictador en 2015 por unanimidad de la Corporación, formada por BNG, PP, PSOE, Marea y Ciudadanos. Aquel gesto supuso, en la práctica, cumplir con la Ley de Memoria Histórica aprobada a finales de 2007 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
406.152,54 pesetas
La reforma de la Casa Consistorial de 1944 costó 406.152,54 pesetas, lo que equivaldría a algo más de 6,7 millones de euros si aquel proyecto se ejecutase en la actualidad tomando como referencia la renta del Concello.