Barcelos, plaza de hermanamiento

El inicio de las obras de una nueva reforma de la plaza de Barcelos nos sitúa ante un paso más en la configuración urbana y social de este núcleo ciudadano
1985. En días de lluvia los puestos solían cubrirse con plásticos. RAFA
photo_camera 1985. En días de lluvia los puestos solían cubrirse con plásticos. RAFA

En las Fiestas de La Peregrina de 1970 la ciudad de Pontevedra se hermanaba con la portuguesa villa de Barcelos. Entre las consecuencias de aquel acto la plaza que se conocía como 'Campo de la Feria', aludiendo a la implantación en ella de un mercado de ganado desde el año 1900, dos años después de su compra por 40.000 pesetas, se implantó en ella hasta su traslado a las márgenes del Lérez por cuestiones de salubridad.

1998. El alcalde y el escultor José Luis Penado junto al concejal Tino Flores en la inauguración de su obra. M.VIDAL
1998. El alcalde y el escultor José Luis Penado junto al concejal Tino Flores en la inauguración de su obra. M.VIDAL

Los días 1, 8, 15, y 23 de cada mes convirtieron la feria en un dinámico foco económico de su entorno

Lo que sí permaneció durante bastante tiempo fue la tradicional feria, en la que numerosos comerciantes vendían sus productos, tanto textiles como alimenticios, y que durante décadas convirtieron los días 1, 8, 15 y 23 de cada mes en un dinámico foco económico del que también se aprovechaba toda la zona comercial de su entorno, hasta su marcha de ese espacio en el año 1988, cuando un 23 de septiembre asistía a la última Feria en esa ubicación antes de su traslado al Recinto Ferial.

2007. La gran reforma del gran parque infantil lleno de vida este entorno. RAFA
2007. La gran reforma del gran parque infantil lleno de vida este entorno. RAFA

Pero la plaza de Barcelos fue mucho más que esa Feria, su capacidad para el aparcamiento y su ubicación, la convirtieron en uno de los lugares hasta el que más vehículos llegaban, hasta que se sustituyó ese aparcamiento en superficie por uno subterráneo, inaugurado en octubre de 1997, que venía a darle todo el sentido a la reforma proyectada en el mandato de Juan Luis Pedrosa, en un cambio profundo en la imagen de la plaza y para el que hasta el afamado arquitecto Santiago Calatrava presentó un proyecto tras su visita a nuestra ciudad.

2016. Eliminar tráficos permitió crear pistas deportivas y aprovechar un espacio para zona escolar. RAFA FARIÑA
2016. Eliminar tráficos permitió crear pistas deportivas y aprovechar un espacio para zona escolar. RAFA FARIÑA

Aquella reforma incidió en humanizar todo aquel espacio que durante años fue incluso parada de autobuses y uno de los lugares de la ciudad en el que abundaban los talleres mecánicos, y todo ello con el testigo de ese magnífico muro del Convento de Santa Clara que cierra uno de sus lados. Ahora se apostaba por zonas de descanso, fuentes, un parque de columpios y la ubicación de una de las mejores esculturas públicas de la ciudad, ese Hombre-árbol diseñado por José Luis Penado y que, precisamente en este mes de enero cumplió 25 años de su ubicación, lo que venía a ser, en aquel día de 1998, la colocación de la guinda del pastel de toda aquella profunda reforma. Un día en el que, como dato curioso, el alcalde Juan Luis Pedrosa mostraba su satisfacción por lo avanzado del expediente para abrir una nueva calle que sería de único sentido entre la calle Lepanto y la propia plaza. Algo que, hace tan solo unos días, con el inicio de las obras de esta plaza que volverán a mudar su aspecto de manera completa, se volvía a manifestar por parte del Concello, y es que los tiempos de la política nunca dejarán de asombrarnos.

Mejoras sucesivas en los últimos años con la creación de pistas deportivas y la reducción de tráficos han configurado la plaza, uno de los corazones de la ciudad, como la conocemos.