Finalmente llegó el esperado día. Este viernes Pontevedra amaneció entusiasmada. Los más pequeños esperaban impacientes e ilusionados que pasase rápido el tiempo para poder disfrutar, un año más, de la tradicional Batalla de Flores de las Festas da Peregrina.
A primera hora de la tarde, las calles del centro pontevedrés ya respiraban ambiente festivo, ya que restaban pocas horas para que diese comienzo el evento del día.
Niños y mayores ya estaban cogiendo sitio para disfrutar del espectáculo urbano. Sobre las 18.30 horas, las zonas por las que transcurrirían las carrozas estaban valladas para la seguridad de los asistentes.
Alrededor de las 19.00 horas, momento para el que estaba previsto el inicio del desfile, se puso en marcha la Batalla de Flores de este año en Loureiro Crespo. A continuación recorrió las calles Benito Corbal, Cobián Roffignac y Padre Amoedo.
Desfile de la Batalla de Flores. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Como ya es tradición y con una puntualidad rigurosa, la comparsa de gigantes y cabezudos inauguró el desfile, sorprendiendo y asustando a los niños y niñas del público. Aunque, finalmente, ganó la simpatía de los graciosos personajes fantásticos.
Como no podía ser de otra manera, las calles de la ciudad pontevedresa se llenaron de colorido y de confeti, que los niños tiraban al aire entusiasmados por la festividad. Igualmente, se mostraron eufóricos al ver que hacia ellos se aproximaban sus protagonistas de películas favoritos, entre los que se encontraban Elsa y Ana, de Frozen; Cenicienta o incluso algún pirata escapado del mar Caribe. Toda una aventura en plena ciudad.
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