La Corporación de Pontevedra celebró San Valentín tirándose más pullas que tejos. Ni el 14F ni el cambio de aires de los plenos municipales, que desde este lunes se celebran de forma provisional en el Pazo Provincial de Montero Ríos por las obras de reforma del Teatro Principal, hizo que triunfase el amor entre Gobierno local y oposición.
El PP de Rafa Domínguez lanzó la primera flecha con una "cuestión de orden". Cuestionó que no se permitiese la entrada de público en la sede de la Deputación al tiempo que aseguró que la sesión no cumplía "con las garantías democráticas". Aprovechando su intervención, lanzó la primera crítica a Miguel Anxo Fernández Lores. "Me da pena que copie las actitudes poco democráticas de la presidenta", dijo en referencia a Carmela Silva, que minutos antes había recibido en el Pazo al regidor del BNG, que agradeció las facilidades de la institución provincial para poder celebrar el plenario en el Pazo.
Lores respondió que el cambio de sede es "excepcional", que el desarrollo de los plenos cuenta con los informes de los técnicos provinciales y que el Concello está acatando las reglas de la Deputación "porque estamos na súa casa".
El siguiente dardo del principal partido de la oposición se centró en los Presupuestos. Su aprobación definitiva fue desbloqueada este lunes gracias a los votos a favor de BNG y PSOE. El PP votó en contra y el edil no adscrito, Goyo Revenga, optó por la abstención.
El concejal de Facenda, Raimundo González Carballo, reclamó sin éxito a los populares que apoyasen las cuentas municipales, "as máis altas da historia de Pontevedra". Su montante supera los 85,9 millones de euros. De ellos, más de 12,14 millones se destinarán a obras y proyectos, una cuantía a la que habrá que sumar transferencias y convenios con otras administraciones.
Domínguez centró su rechazo al documento en base a un argumento: que el Concello no hubiese presentado candidatura a una de las líneas de los fondos europeos Next Generation. El portavoz del Partido Popular vinculó esta circunstancia al "cansancio, incapacidad y falta de competencia del cargo que ocupa" Lores tras estimar en 6,3 millones de euros el dinero al que Pontevedra podría haber aspirado si tuviese aprobado un plan de movilidad urbana, un PMUS, que está en fase de tramitación.
González Carballo lamentó la postura de Domínguez y le reprochó que se fuese "polos cerros de Úbeda" en su intervención sobre los Presupuestos. "Vostede utiliza tinta de lura para non falar los Orzamentos máis grandes da historia de Pontevedra", añadió.
MÁS REPROCHES. El tercer asunto que hizo saltar chispas entre Gobierno local y oposición fue el uso de las redes sociales por parte de la Concellería de Deportes. El edil popular Guille Juncal reprobó al edil Tino Fernández que la cuenta del grupo municipal del PSOE utilizase los mismos tuits que la de Deportes. "Se esa é a única crítica é que non deben atopar moitos motivos para atacar ao servizo de Deportes", le respondió Fernández, que cree que esta crítica que el PP presentó como moción al Pleno, y que fue rechazada por el bipartito, "só busca destruír, aínda que sexa con mentiras".
El último choque entre la izquierda y la derecha tuvo como protagonista a los servicios sociales municipales. La edil del PP Silvia Junco exigió más personal para el área de Benestar Social tras asegurar que el servicio está "abandonado" y que su personal está "exhausto" por la "desidia" y la "mala gestión".
La iniciativa, que no salió adelante, contó con la réplica de la concejala de Persoal. Carmen Fouces aseguró que el Concello está cubriendo todas las bajas abriendo los procesos administrativos para hacerlo cuando se produce una situación así. También recordó que Pontevedra mejora la ratio de un técnico por cada 8.000 habitantes que la Xunta establece para el sector. El porcentaje en la capital será de un técnico por cada 4.666 vecinos cuando se cierre el proceso para dotar al área de cuatro nuevos puestos, de forma que en él desempeñen su labor 15 trabajadoras sociales (en la actualidad hay once) y tres educadoras.