En mayo del 2019, el BNG consiguió en las elecciones municipales el 39,79% de los votos, frente al 30% logrado por la candidatura del Partido Popular que lideró Rafa Domínguez.
La diferencia, de casi ocho puntos, sirvió para que la lista encabezada por Miguel Anxo Fernández Lores sentase a 11 concejales en la corporación local pontevedresa y gobernase un nuevo mandato, esta vez en coalición con los cuatro ediles del PSOE, cuya candidatura se llevó entonces el 13,98% de los votos emitidos.
Si hoy se repitiesen las elecciones municipales, para las que todavía faltan seis meses decisivos, PP y BNG obtendrían un empate técnico. Ambos partidos lograrían 10 concejales en el Pleno municipal. La formación nacionalista de Lores se quedaría con el 36% de los votos, casi cuatro menos de los obtenidos en 2019, mientras que la lista de Rafa Domínguez acapararía el 35,8% de los sufragios, es decir, prácticamente seis puntos más que en las últimas elecciones al Concello pontevedrés.
Así lo acredita una encuesta realizada a finales del pasado mes de octubre por la empresa GAD3, que efectuó más de 400 entrevistas en la ciudad para analizar la temperatura electoral y plasmar una foto fija del panorama político local.
Según este estudio, el PSOE obtendría un 20,2% de los votos, también casi seis puntos más que hace cuatro años, y se quedaría con cinco concejales, uno más que las municipales de 2019. En el caso del partido socialista, la encuesta se realizó con el supuesto de que el candidato a la alcaldía seria el mismo que hace cuatro años, Tino Fernández.
En la actualidad, el PSOE local tiene abierto un proceso de primarias que se resolverá a mediados de mes y que podría retirar a Fernández como líder local y cambiarlo por el también concejal Iván Puentes. Ambos están en plena campaña para que la militancia decida entre alguno de los dos y opte por la continuidad o la renovación.
Ciudadanos no tendría posibilidad de acceder de nuevo al Concello. Hace cuatro años superó la barrera del 5% de los votos emitidos y logró representación en el Concello con un único concejal, Goyo Revenga, que poco después dejaría el partido naranja y continuaría como concejal no adscrito. De acuerdo con la estimación de voto reflejada en la encuesta de GAD3, Cs perdería 3,3 puntos en intención de voto y pasaría del 5,2% obtenido en 2019 a solo un 1,9% de los sufragios.
Lejos también del mínimo 5% exigido para contar con representación en el Pleno de Pontevedra estarían el resto de las formaciones políticas. Marea, que llegó a reunir un 3,6% de los votos en 2019, es ahora una formación en descomposición y la encuesta no le aporta representación alguna, a la espera de saber si sus militantes se integran en el proyecto de Yolanda Díaz.
Podemos-Esquerda Unida, según la encuesta, apenas sería capaz de aglutinar el 1,1% de los votos en unas elecciones locales. Y Vox, que en los últimos comicios municipales fue votado por el 2,5% de los electores que se acercaron a las urnas, se colocaría ahora al borde del 3% de representación (2,8 según el trabajo elaborado por GAD3).