BNI, el club más rentable de la ciudad

69 empresarios de Pontevedra facturan más de diez millones a través de la red internacional BNI. Forman dos grupos de profesionales que se ayudan mutuamente para generar negocio. El acceso a la red es restringido y tiene un coste de 660 euros anuales
Empresarios del grupo Bitácora reunidos en el Pazo da Cultura. DP
photo_camera Empresarios del grupo Bitácora reunidos en el Pazo da Cultura. DP

Si ven luz a las 06.45 horas en el Pazo da Cultura o en el Café Moderno desistan de dar la voz de alarma a la Policía. Son empresarios haciendo negocio y, para su información, vaya si da frutos el asunto. En los últimos cinco años han facturado más de diez millones de euros. Así. Como quien no quiere la cosa, en sesiones de lo que ahora se llama networking (trabajo en equipo) aderezadas con importantes dosis de café.

Para ser más exactos, se trata de 69 empresarios de Pontevedra y su entorno que forman parte de BNI (Business Network International), una red internacional que cuenta con más de 240.000 miembros de la patronal de todo el mundo y que funciona con un método tan primitivo como el boca a boca. Dicho de otro modo. Son empresarios que se van conociendo entre sí y que van compartiendo contactos, encargos y conocimientos de todo tipo. Sinergia en estado puro.

En la actualidad hay 8.500 agrupaciones repartidas por el planeta en las que existe un único empresario de cada actividad profesional, lo que explica que en muchas ciudades haya más de un grupo. Hay formaciones reducidas que están más centradas en algún nicho de negocio o territorio. Otras son numerosas y multisectoriales.

En el caso de la ciudad de Pontevedra el grupo más antiguo responde al nombre de Milenium, está integrado por 41 miembros y ha logrado impulsar negocios por valor de 5.690.071 euros desde el 12 de noviembre 2014, cuando fue constituido. El segundo se llama Bitácora, está formado por 28 empresarios y ha generado relaciones comerciales valoradas en 4.459.388 euros desde el 24 de julio de 2015. En ambos domina el sector servicios, pilar clave de la economía local, aunque también es reseñable el peso de la construcción.

El grupo más veterano de la ciudad, Milenium, generó relaciones comerciales valoradas en 5,6 millones desde 2014

CÓMO ACCEDER

La directora ejecutiva de BNI Galicia, Susana Gómez, explica que la filosofía de base es "la colaboración entre las empresas" y que "en realidad todo se basa en lo que se ha hecho toda la vida, de que, si conozco a un buen profesional, te lo recomiendo. La única diferencia es que aquí se le da un formalismo".

El acceso a la red está condicionado por varios factores. Lo más reseñable es que las empresas interesadas en adherirse deben ser invitadas a una reunión por alguna de las firmas asociadas, siguiendo ese vínculo de la confianza que caracteriza a BNI. "Lo habitual es que sean invitados por otros miembros que ya les conocen y que son su primer aval", explica Gómez. Posteriormente, debe presentar su candidatura y someterse a una entrevistan en la que se examina "si cumple unos parámetros determinados". El comité evalúa y decide si puede entrar o no.

La adhesión al grupo tiene un coste anual de 660 euros, a los que se debe sumar el primer año un abono de 165 euros en concepto de matrícula. Por norma general, hay un núcleo de empresarios que renueva año a año, mientras otras plazas van rotando.

COMPROMISOS

En BNI no basta con girar el recibo. "Hay que mantener un nivel de compromiso, tanto a nivel de asistencias a reuniones como de colaboraciones y aportaciones", indica Gómez. Las reuniones semanales son unas de las obligaciones ineludibles. El grupo Milenium se reúne los miércoles en el Café Moderno y el grupo Bitácora los viernes en el Pazo da Cultura. Las dos citas comienzan a las 06.45 horas y normalmente tienen una duración de 90 minutos. Las incorporaciones más recientes destinan los primeros encuentros para presentar sus servicios. "Luego, cuando llevan más tiempo, se da paso a peticiones más concretas como, por ejemplo, 'necesito una empresa de hostelería para presentarme a un concurso' o 'se está ejecutando una obra en determinado sitio y necesito saber si alguien conoce al arquitecto'".

Gómez considera que "si algo caracteriza a la empresa de Pontevedra son las ganas de hacer cosas (..) Es cierto que por las características del tejido empresarial no va haber grandes pelotazos, pero también creo que no pude registrar un sufrimiento muy grande, independientemente de lo que pueda pasar con Ence. Si tomamos como radiografía estos grupos, vemos que puede haber una empresa que se vaya, pero enseguida hay otra detrás para intentarlo".

¿Y a nivel general? Gómez escapa de los catastrofismos. "No sé si soy optimista por naturaleza, pero creo que estamos en un mejor momento que hace unos años. Cuando empezamos con BNI en Galicia las empresas llegaban como una estrategia de marketing, con el ánimo de captar clientela. En cambio, la mayor parte de las que abandonan ahora los grupos lo hacen porque tienen más trabajo del que pueden atender. Muchas han incrementado la plantilla y me niego a creer que los grupos de BNI sean un oasis", apunta.