La Boa Vila acoge una nueva e insatisfactoria XXXI edición de la Feira do Mel

El evento se está viendo afectado por un descenso de ventas ocasionado por la COVID-19. Los apicultores muestran su preocupación ante la grave acción de las velutinas
Feira do Mel en Pontevedra. DP
photo_camera Feira do Mel en Pontevedra. DP

La XXXI Feira do Mel trae a Pontevedra productos de lo más variado. El evento, localizado en la rúa Serra de Pontevedra, dio comienzo el pasado 7 de agosto y permanecerá abierto hasta el próximo domingo, 15. A pesar de tratarse de un evento ampliamente reconocido en la ciudad las ventas no están siendo las esperadas.

Los participantes en la iniciativa coinciden en que se trata de una edición "floja" en la que las ventas están siendo bajas, en palabras de Loli Rodríguez de Abella Menciñeira "se está vendiendo en torno a un 25% menos que el año pasado". Además, el protocolo COVID está dificultando que el público se decida por los productos "para nosotros es fundamental poder dar catas, debido a la pandemia no es posible y que los ciudadanos no puedan probarlos nos está perjudicando gravemente" señala la apicultora.

A todos estos inconvenientes se añaden también los factores que perjudican la producción, como son el cambio climático y la acción de las velutinas. "La situación cada vez empeora más, yo creo que la velutina vino para quedarse y tenemos que aprender a convivir con ella" concluye con preocupación la encargada de Apícola Regueira, Lucía López.Además, el mal tiempo obligó a los apicultores a dotar ellos mismos de comida a los enjambres, provocando una modificación de su alimentación y un incremento de los gastos. Cuestión que a su vez ha provocado el aumento de las labores de protección de los insectos a la vez que una notable reducción de los beneficios económicos.

La clientela, conformada tanto por pontevedreses como por turistas, ha visto limitada su economía por la crisis derivada del covid y esta situación se esta reflejando en las ventas "la economía de la gente se ve afectada por la pandemia, muchos quieren adquirir miel pero no se lo pueden permitir" señala Eva Seijo de Mieles JS.

La prohibición de poder ofrecer catas a los clientes está perjudicando considerablemente el evento gastronómico

La feria dispone de 12 puestos en total y está organizada en dos bloques diferenciados. En el primero se encuentran situados los establecimientos que ofrecen productos elaborados a partir del trabajo de las colmenas de abejas, entre los que predomina una amplia variedad de tipos de miel. Destacando sobre todo la miel de castaño o brezo. También tienen presencial las velas o los jabones naturales. Además las porciones de las propias colmenas llaman con facilidad la atención del público, llegando incluso a agotarse.

El segundo bloque de puestos recoge un conjunto más heterogéneo de oportunidades. Tienen presencia el reconocido aceite pontevedrés de Aceite Embruxo o las bebidas de Cerveza Meiga. Los alimentos de Alcacen Liñares, donde lo más exitoso es el chorizo de puerco celta, también consiguen hacerse un hueco en la feria. Además, también existe la posibilidad de poder adquirir productos artesanos como los jabones de Feito a Man.