La afición le viene desde los ocho años, cuando la curiosidad infantil le llevó a profundizar en todo lo que sonase a conflicto bélico. Y cuando el ahorro de la paga semanal adquiría un volumen adecuado, la invertía en libros, vídeos, películas de cine, recuerdos, maquetas... "Tengo más de 600 tanques, 30 barcos, 150 aviones... Además de unos 5.000 soldados de Airfix, clasificados por compañías", asegura, orgulloso, Alejandro Banet Páez.
Coruñés de nacimiento y pontevedrés de adopción desde hace 17 años, el destino frustró su vocación militar -opositó dos años a la Academia General Básica de Suboficiales- y le colocó como especialista en comercio exterior. Una actividad profesional que le ha abierto las puertas de medio mundo y, de paso, le ha permitido seguir ahondando en su gran pasión, tanto en forma de visita a escenarios históricos, como para engrsar su gigantesco ajuar de fetiches. "Una de las piezas más importantes que he adquirido fue en 2007, una cazadora de piloto de los Flying Tigers; me costó 800 euros".
El grupo gallego rindió un homenaje a Manuel Otero, el único español que en 1944 desembarcó sobre las arenas de Omaha
Los anticuarios, las tiendas especializadas, los coleccionistas pero, sobre todo, Internet son sus principales proveedores: desde réplicas de armas hasta uniformes, pasando por medallas, todo tipo de complementos, calzado, parches... "Antes era más complicado, porque apenas había oferta y era carísima, pero hoy en día puedes encontrar de todo y a precios muy asequibles".
Su día D. Al igual que Normandía el 6 de junio de 1944, Alejandro Banet también tuvo su día D. "Mi mujer me ofreció, como regalo por mi 50 cumpleaños, ir a ver las playas y la zona donde se desarrolló el desembarco, algo que tenía metido en la cabeza desde que vi la película El día más largo", explica. Pero la propuesta fue a más y, tras contactar con la Royal Green Jackets, una asociación coruñesa de recreaciones históricas, se unió a un grupo de otros seis gallegos que se sumaron a los 22.000 recreacionistas participantes, el mes pasado, en los actos conmemorativos del 75 aniversario del desembarco que cambió el rumbo de la Segunda Guerra Mundial.
Alejandro y otro compañero se caracterizaron de paracaidistas de la 101ª División Aerotransportada de EE UU y los otros cinco de tropa avanzada
Alejandro y otro compañero se caracterizaron de paracaidistas de la 101ª División Aerotransportada de EE UU y los otros cinco de tropa avanzada. Junto a ellos, dos vehículos propios, transportados en remolque desde A Coruña: un blindado M8 Greyhound y un jeep Dodge 51, réplicas de los originales, construidos a partir de vehículos comerciales en un garaje herculino. "Tenemos un socio que es un manitas", presume.
Perfectamente mimetizado, el grupo de gallegos fue asignado a la playa de Omaha, donde contribuyeron a recrear parte de la historia. Al mismo tiempo, aprovecharon su estancia en tierras galas para levantar un monumento en recuerdo de Manuel Otero, el único español que desembarcó en Normandía en 1944, que era natural de Serra de Outes.
Emotivo. "Fue llegar y de inmediato viajar 75 años atrás en el tiempo"
Pese a haber transcurrido casi dos meses, a Alejandro Banet aún le brillan los ojos cuando recuerda la experiencia vivida en Normandía. "Nada más llegar, viajas 75 años atrás en el tiempo. Absolutamente todo está ambientado en aquella época". En las imágenes superiores (de arriba a abajo), el homenaje a Manuel Otero, la réplica del Dodge 51 rodando por las arenas galas y durante uno de los desfiles.
