El Grupo Nogar ha conseguido ganar tiempo para evitar el precinto de sus instalaciones en Campañó, después de que una inspección capitaneada por el Concello constatase que estaba realizando una actividad totalmente al margen de la que tenía autorizada.
De hecho, la antigua nave de La Cross posee un permiso que data de 1951 para producción de abonos, fertilizantes y otros productos químicos. Nada que ver con su actual destino, que es almacén de grano.
El Gobierno local otorgó el jueves un plazo de 24 horas para que la empresa paralizase voluntariamente su actividad o, en caso contrario, se procedería al precinto.
No obstante, fuentes municipales indicaron este viernes que se ha recibido un recurso de Grupo Nogar en el que se compromete a subsanar las carencias detectadas, como las elevadas montañas de grano, que llegan hasta el tejado de la nave.
Por tanto, mientras se analizan esas garantías, no se procederá al precinto.
En cuanto a los trabajos de retirada de material en la antigua Pontesa, avanzan a buen ritmo y se aguarda que sea cuestión de días, pero la empresa todavía no se arriesga a fijar una fecha definitiva.
La prioridad ahora es que los ocho operarios que se encuentran trabajando en colaboración con los Bomberos lo hagan bajo las máximas condiciones de seguridad. Se trata de personal de una empresa especializada en la gestión de residuos que ha sido contratada por Galigrain.
El proceso continúa basándose ir enfriando el material allí acumulado para después retirarlo al exterior. Una vez esté todo el interior extinguido, se valorarán las siguientes actuaciones. Para lograrlo, los operarios trabajan a través de una de las fachadas laterales y de la cubierta, con el fin de tener mejor acceso a toda la mercancía.
