La primera jornada de reapertura del botellódromo del Recinto Feiral se saldó con una sola denuncia por parte de la Policía Local en el casco histórico de Pontevedra. El afectado fue un local de hostelería de la Rúa San Xulián, al que los agentes municipales acudieron a las dos de la madrugada del sábado ante las quejas de los vecinos por el ruido.
La propiedad no fue expedientada en ese momento, sino a lo largo de la mañana, que fue cuando el cuerpo policial comprobó que la licencia con la que operaba el establecimiento era la de bar y no la de pub. Por este motivo, se redactó el correspondiente parte de sanción por incumplir el régimen de horarios al que tienen derecho este tipo de negocios.
El resto de la jornada transcurrió con "normalidad", según fuentes de la Policía Local, que aseguran que no se detectaron botellones en zonas sensibles como las de Pai Luis. Al menos en la noche del viernes al sábado.
Las patrullas policiales reforzaron su presencia en la zona vieja durante el fin de semana para tratar de disolver cualquier aglomeración de personas bebiendo en la calle, una práctica que prohíbe tanto la Lei de Saúde Pública de Galicia, modificada a tal efecto el pasado mes de febrero, como la ordenanza municipal de convivencia, que entró en vigor en julio de 2008.
La única excepción a esta regla es el botellódromo del Recinto Feiral, que este sábado contó con la actuación del grupo Louband Street Band, que puso banda sonora a la segunda noche de conciertos, al igual que un día antes ocurrió con la discoteca móvil La Duendeneta.
