La Brilat asegura la frontera en El Líbano y recibe "cariño y respeto" de la población

Los soldados pontevedreses combinan el patrullaje en torno a la Blue Line con la cooperación con la ciudadanía local

Una patrulla a pie de miembros de la brigada pontevedresa. UNFIL SECEAST
photo_camera Una patrulla a pie de miembros de la brigada pontevedresa. UNFIL SECEAST

La máxima vigilancia y el mantenimiento de la seguridad en una zona que aún se considera caliente, la frontera entre el Líbano e Israel, es un objetivo que deben cumplir los militares de la Brilat que llevan cuatro semanas desplegados en la base Miguel de Cervantes de la localidad de Marjayoun. Pero más allá de la Blue Line (la línea imaginaria que delimita ambos países) se abre un inmenso campo de trabajo en el que los soldados españoles se mueven como pez en el agua. La ayuda al desarrollo, la cooperación y la formación de los jóvenes se convierten, con el paso de los días, en una de las funciones más importantes para los efectivos desplegados en el país asiático, tareas que se vuelven un poco más importantes en fechas más señaladas, como las que ahora comienzan. "Estos días de Navidad lejos de casa nos hacen valorar más lo que tenemos a diario". Opina el general Antonio Romero Losada, jefe del Sector Este de la UNIFIL, la misión que, desde hace doce años, mantiene la presencia ibérica en Oriente Medio.

Clases de español o entregas de regalos de Navidad se añaden a la vigilancia de los principales puntos calientes a lo largo de la frontera con Israel

"Tras un mes en la zona de operaciones, lo más impresionante ha sido ver el cariño que tienen todas las gentes y las autoridades de aquí a los españoles". Romero Losada, general jefe de la Brilat, que en el Líbano tiene a su mando a un contingente de más de 3.000 efectivos de varias nacionalidades, explica a Diario de Pontevedra desde la base de Marjayoun que "la labor que los diferentes contingentes han desarrollado durante estos doce años ha calado profundamente en los corazones de los libaneses".

Preparación de un stand para la entrega de material cedido por una ONG. UNFIL SECEASTCOOPERACIÓN. La Brilat ya ha hecho entrega de varios packs de ayuda proporcionados por diferentes ONG para los grupos sociales más necesitados del país, algo que se da con más regularidad en estas fechas. Al mismo tiempo, sigue trabajando para que las infraestructuras sean cada vez mejores. Ejemplo de ello es el recién inaugurado puente de los españoles, estrenado el 15 de noviembre tras dos meses de duro trabajo a cargo de la Brigada Aragón, predecesora de la unidad pontevedresa en la misión. El viaducto alivia el tráfico local y sirve de conexión directa a uno de los hospitales de referencia de esa zona del país.

En el aspecto estrictamente militar, el primer mes se ha desarrollado sin grandes sobresaltos. La intención de la misión de la ONU es que la sola presencia de los soldados en la región tenga un carácter disuasorio, algo que, por el momento, está dando los resultados esperados. Ello no hace bajar la guardia a los pontevedreses, conscientes de que el riesgo puede llegar en cualquier momento.

La Brigada Galicia VII traza rutas diarias para dejarse ver por las distintas regiones fronterizas (que incluyen las proximidades de Siria, que sigue en guerra) y mantiene un puesto de observación las 24 horas al día los siete días de la semana.

Antonio Romero, jefe del contingente: "Todas las unidades ya están trabajando a pleno pulmón"
El jefe de la Brilat y del Sector Este de la misión de Naciones Unidas en el Líbano, Antonio Romero Losada, destaca tras el asentamiento de los efectivos a su mando en el país asiático que "a pesar de haber llevado a cabo una preparación intensiva y un relevo muy exhaustivo, hemos tardado unas semanas en habituarnos a las actividades propias de la misión". El general explica que "ya podemos decir que todas las unidades que componen el contingente español se encuentran trabajando a pleno pulmón".

Romero es consciente de las dificultades a las que se tienen que enfrentar, en especial por las largas jornadas de trabajo que afrontan a diario. "El trabajo intenso hace que las jornadas se pasen rápidamente, y las pocas horas de asueto de las que disponemos se aprovechan para aumentar el compañerismo y la hermandad entre soldados unidos por un mismo ideal: servir a España".

Sobre las sensaciones en estos momentos, el general destaca que "nos sentimos aún más orgullosos de poder servir a España al sentir el cariño de personas y empresas de Pontevedra y de Galicia, que nos envían paquetes para hacer más llevaderos estos días".

Entre patrulla y patrulla (los soldados de la Galicia VII recorren cientos de kilómetros cada día, tanto en vehículos como a pie), los miembros de la BRILIB (Brigada Líbano) conforman diversos equipos para distintos proyectos, entre los que destaca el Miguel de Cervantes, una iniciativa que impulsa el aprendizaje del castellano entre los jóvenes de las poblaciones próximas a la base española.

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