La mayor parte de las maniobras de entrenamiento se están desarrollando en los campos de maniobras de la base General Morillo y en sus inmediaciones, aunque también se efectúan adiestramientos en la sede de Siero, en Asturias.
El Batallón Zamora, por ejemplo, llevó a cabo instrucción de combate en zonas boscosas. Al mismo tiempo, el personal de este grupo comenzó los ejercicios de adaptación para sus nuevos integrantes, que realizaron la preparación de refugios de circunstancias en situaciones meteorológicas adversas.
La Sección de Protección del Batallón del Cuartel General, también afincado en la sede principal de Figueirido, realizó ejercicios de tiro.
En Asturias, el Batallón San Quintín, dependiente del regimiento Príncipe, retomó las prácticas de tratamiento a heridos en combate, una tarea nada sencilla y que resulta esencial para todos aquellos que tengan en un horizonte más o menos cercano la participación en una misión en un escenario de conflicto.
En Pontevedra, por último, los miembros del Grupo de Artillería de Campaña VII llevaron a cabo dos ejercicios distintos. El más espectacular, en campo abierto, sirvió para poner sobre los vehículos a los lanzamisiles que portan los Mistral, el armamento antiaéreo del que dispone actualmente el Ejército de Tierra. Otros integrantes de Artillería de Campaña operaron en el interior, en la zona de simuladores, un trabajo igualmente necesario para ahorrar costes aprovechando la tecnología.
La Brilat tiene como objetivo inminente su integración en la VTTF de la Otan. Varios centenares de soldados ya forman parte de esta brigada multinacional mandada por Turquía y que debe estar preparada para cualquier eventualidad durante todo 2021.