Preparados para la guerra química

Integrantes del cuartel general de la Brilat acaban de finalizar una serie de ejercicios militares que concluyeron con la ocupación de una instalación ficticia dedicada a la fabricación de artefactos explosivos con cargas bacteriológicas

Imagen de la aplicación práctica de los conocimientos sobre guerra química. BRILAT OC
photo_camera Imagen de la aplicación práctica de los conocimientos sobre guerra química. BRILAT OC

El actual escenario internacional incluye, como se ha visto en reiteradas ocasiones, la presencia de armas químicas y bacteriológicas en los distintos teatros de operaciones. Ello ha hecho que el alto mando de la Brilat, como punta de la lanza de la División Castillejos, haya planificado una serie de maniobras militares enfocadas a la preparación para las guerras híbridas, que incluyen amenazas que atraen a partes iguales la atención y el miedo tanto de los expertos como de la población en general.

Los servicios de inteligencia internacionales han detectado que la citada amenaza, que se manifestó en las grandes guerras del siglo XX y que parecía erradicada a través de las diferentes resoluciones de las Naciones Unidas, ha reaparecido con fuerza, tanto en los niveles más altos como en las pequeñas acciones tácticas que implican a unidades del tamaño de la Brilat.

Imagen de la aplicación práctica de los conocimientos sobre guerra química. BRILAT OC2

La citada División Castillejos consideró, entre las prioridades para el año 2018, que las unidades operativas que la integran aumentasen progresivamente su nivel de instrucción en la guerra NBQ (Nuclear, Bacteriológica y Química). Los primeros en llevar a cabo la instrucción fueron los integrantes del cuartel general de la Brilat, que desarrollaron durante toda la semana pasada una serie de maniobras castrenses con un doble objetivo.

Por una parte, trataron de consolidar la activación de los núcleos de control de las citadas amenazas NBQ, de manera que los jefes de unidad tuviesen las herramientas necesarias para coordinar los operativos en tales ambientes, si llegase el caso.

Imagen de la aplicación práctica de los conocimientos sobre guerra química. BRILAT OC3

Por otra, la Brilat encaró una serie de ejercicios de adiestramiento que superaron el límite de la mera instrucción individual. Para ello, se profundizó, a nivel teórico, en el conocimiento de los posibles escenarios, tales como las propias acciones de guerra química unidas a los riesgos tecnológicos, las actividades terroristas y el crimen organizado.

Todo ello se puso en práctica con la realización de un ejercicio en el que una sección de Infantería llevó a cabo la ocupación de una instalación de fabricación de artefactos explosivos improvisados con carga química. En el transcurso de la misma se produjo un escape, lo que obligó a los soldados a adoptar las medidas de protección y descontaminación del personal afectado. Por último, un equipo especializado realizó un reconocimiento del escenario y tomó muestras para analizar.

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