El acuartelamiento de Figueirido acogió este jueves el acto de despedida del ya ex jefe de la Brilat, Antonio Romero, recientemente ascendido a general de división, quién pasará ahora a dirigir la inteligencia de la Defensa nacional.
La ceremonia, que contó con numerosas autoridades civiles y militares, consistió en la despedida del homenajeado de la bandera y de los 2.000 militares que integran el Regimiento Isabel la Católica 29, formados en la amplia explanada.
Romero dio las gracias a Dios, a la sociedad pontevedresa, a las autoridades locales y a los medios de comunicación "por el cariño que le habéis demostrado a la Brilat y porque tanto a mi mujer como a mí nos habéis hecho sentir como en casa. La estancia aquí se nos ha hecho fácil, cómoda y muy grata. Llevaremos a Pontevedra siempre en el corazón".
Recordó a los militares que "la defensa de España depende de que vosotros cumpláis adecuadamente con vuestro deber" y les arengó a seguir trabajando en la misma línea "porque me habéis demostrado que sois capaces de casi todo".
Posteriormente, el nuevo general de división destacó que su mayor logro profesional fue haber dirigido el contingente español en el Líbano entre noviembre y mayo, misión que mereció el reconocimiento internacional de la Otan.
Finalmente, el nuevo responsable de la inteligencia militar confió en que a finales de este mes llegue su relevo a la base pontevedresa, quien se encargará de organizar la próxima intervención de la Brilat en una misión internacional, prevista para 2021.
