Ya no gozaba de buena salud, pero el bum de las viviendas turísticas le ha dado la estocada final. El mercado de pisos y casas de alquiler agoniza y los afectados, esos que buscan un techo que poder rentar, se exasperan.
La oferta es tremendamente pequeña y la demanda muy elevada, lo que ha disparado los precios hasta cotas inalcanzables para muchos bolsillos. El arrendamiento medio en la ciudad de Pontevedra oscila ahora mismo entre los 600 y los 700 euros, casi un 65% del Salario Mínimo Interprofesional.
La base de datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) revela que en la comarca pontevedresa las viviendas de uso turístico (VT) han experimentado un crecimiento del 280% en los últimos cinco años, ya que en 2018 figuraban 219 y en la actualidad constan un total de 831. Y que en el caso concreto del concello de Pontevedra están activas 349 VT, casi un 500% más que en 2018, cuando constaban 59.
Los efectos
La ampliación de la oferta favorece al sector turístico, pero no así a los inquilinos que por motivos familiares o laborales deben permanecer en una misma residencia durante largos períodos de tiempo. Esther Rodríguez, de la inmobiliaria Vendo Tu Casa (calle Don Gonzalo), asegura que la propagación de las viviendas turísticas "ha afectado muchísimo" al mercado de alquiler anual, donde se percibe "una escasez de vivienda importante" (casi un 60% menos que hace un lustro) y donde mandan unas tarifas jamás antes vistas.
El alquiler de una vivienda básica de dos dormitorios en el área urbana ronda los 600 euros, pero si el demandante busca algo más céntrico y con algo más de capacidad se alcanzan fácilmente los 800 y los 900 euros, "incluso sin plaza de garaje".
La situación aboca a muchos particulares a renunciar al arrendamiento, a "compartir vivienda" o a invertir "cantidades importantes de dinero en autobús", porque muchos terminan alquilando en concellos limítrofes. Entre ellos, Marín o Poio, en los que, aún así, también se palpa un encarecimiento progresivo de las rentas y el aumento de las VT.
Causas y soluciones
Al igual que otros compañeros de sector, Esther Rodríguez cree las viviendas de uso turístico han aumentado principalmente por "la rentabilidad" que ofrecen a sus propietarios, pero también por la desprotección que sienten muchos dueños en el régimen de alquiler convencional, sobre todo cuando hay impagos durante varios meses y se hace complicado recuperar el uso de la vivienda.
¿Soluciones? Muchas, pero si hay que priorizar esta profesional inmobiliaria considera que "se debería proteger más al propietario" y, al mismo tiempo, "regular el alquiler turístico". "Lo que no puede ser –añade– es que la gente no encuentre vivienda para alquilar. Muchos alquileres equivalen casi a una nómina y en muchos casos te obligan a irte fuera de la ciudad. La gente está desesperada", denuncia Rodríguez.
Agentes inmobiliarios de la ciudad consultados cuantifican que el precio de la vivienda de alquiler ha subido de media "un 30%" en cinco años, pero también advierten de que no faltan los ejemplos en los que la renta se ha disparado hasta un 50%. "Pisos que antes estaban en 400 euros, ahora cuestan 600. Es la ley de la oferta y la demanda", aseguran fuentes consultadas.
3.925 VT en O Salnés
En la comarca de O Salnés los registros oficiales también evidencian el crecimiento de las viviendas de uso turístico. Según datos de la Xunta, hoy constan en ese territorio 3.925 VT con capacidad para alojar a más de 20.000 personas, un 165% más de las que se contabilizaban hace cinco años.
El parque de viviendas turísticas casi multiplica por cinco a las de la comarca de Pontevedra, aunque en este caso el fenómeno tiene matices.
Juan Manuel Rodríguez, que lleva en el sector inmobiliario más de 30 años, asegura que "al tratarse de una zona turística" Sanxenxo "suele tener una bolsa ajustada" de vivienda de alquiler convencional, porque "los pisos y casas que se alquilan todo el año son contados".
Según advierte, los grandes damnificados de la situación son los trabajadores de la hostelería que han empezado a ser contratados para afrontar la campaña de 2023 y que "no encuentran viviendas para alquilar". Algunos se ven obligados a probar suerte en otros concellos, pero aún así "tampoco hay mucha oferta", por lo que muchos empresarios hosteleros están optando por "buscar alguna vivienda" con varias estancias para alojar a los trabajadores.
Este profesional también ha percibido el repunte de viviendas de uso turístico, aunque si hay algo que le llama la atención es la premura con la que se están reservando este año los alojamientos de verano. En su caso, las reservas ya formalizadas superan en un 10% a las que constaban el año pasado por estas fechas y en conjunto sobrepasan el 50% de las disponibles.
Otra agencia de Sanxenxo consultada ratifica que "se han incrementado las viviendas de uso turístico" y que esto ha repercutido de forma negativa en el mercado de alquiler convencional. "Hay demanda, pero poca oferta, lo que dificulta que la gente encuentre vivienda para todo el año. A veces incluso se ven obligados a vivir en sitios insalubres porque no tienen otra opción", concluye una de las trabajadoras.
En la ciudad. El 60% de los alquileres superan los 700 euros
El portal inmobiliario Idealista calcula que actualmente la vivienda de alquiler se cotiza en el municipio de Pontevedra a 7,4 euros por metro cuadrado, un 28% más que hace cinco años. Además, tal y como avisan los expertos, el stock es limitado y en muchos casos inasequible.
En el propio portal de Idealista figuran ahora mismo 82 viviendas disponibles para alquilar en el municipio. La renta más cara se corresponde con un ático de la calle Rosalía de Castro que cuenta con 165 metros cuadrados y que está a disposición de la persona que lo desee por 1.800 euros al mes. Otros siete pisos superan los 1.000 euros mensuales y del listado completo 50 (el 60% del total) superan los 700 euros.
¿Por menos de 500? Solo 4
Tomando como referencia ese mismo portal, en Pontevedra solo hay cuatro propiedades que se alquilan por menos de 500 euros. Uno de ellos es un estudio de 28 m2 que está situado en Frei Xoán de Navarrete y que se cotiza a 490 euros. Otros dos son áticos de 50 m2 que cuestan 450 euros sin ascensor y el cuarto un piso de García Camba de 40 m2 y sin ascensor que está disponible por 450 euros.
"Somos el 0,6% del parque inmobiliario y las viviendas vacías el 16%
La presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguín, confirma que "hay viviendas de uso turístico nuevas", pero discrepa de los porcentajes de crecimiento que arrojan los registros oficiales. "Que consten más viviendas no significa que todas acaben de llegar, sino que se han ido regularizando. No disponemos del cálculo real, pero muchas llevan más de 40 años funcionando", traslada a este periódico.
Aguín subraya, además, que "nosotros (en alusión a las VT) somos el 0,6% del parque inmobiliario de Galicia y, en cambio, las viviendas que están vacías representan el 16%".
¿Qué piensa el sector hotelero?
A nivel del sector hotelero, las valoraciones sobre el impacto de las viviendas de uso turístico son varias y dispares. La presidenta de la Asociación de Hoteleros de Pontevedra, Paula Lourido, considera "positivo" que se amplíe la oferta de alojamiento, "sobre todo con el bum de peregrinos que hay, que hace necesario disponer de más sitios". No obstante, esta empresaria, directora del Hotel Madrid, también opina que el sector "debe estar bien legislado y controlado". "Lo que no puede ser –añade– es que cualquiera ponga un piso como lugar de alojamiento (...). No en todas estas viviendas se controla quién accede y, de hecho, está habiendo problemas en comunidades de vecinos porque no quieren que entre gente que no conocen. Si nosotros tenemos que pasar un montón de inspecciones, entiendo que en los otros alojamientos también y que, si pagamos un IBI especial por ser un negocio, en ese caso también se debería".
Patricia Sierra, directora del Galicia Palace, también ha sido testigo del crecimiento de las viviendas de uso turístico y en su caso estima que "cuantas más ofertas de alojamiento tengas, más posibilidades tendrás de que vengan turistas a tu comarca". "Las VT nos ayuda a los hoteles, porque amplía la oferta de camas. Y además pueden desarrollar el trabajo igual que nosotros, porque están reguladas. Las que no lo están y se tiene constancia de ello, se comunica a las autoridades".
La capacidad de alojamiento de las VT duplica la de los hoteles
Las 831 viviendas de uso turístico que constan en la comarca de Pontevedra disponen de 2.287 habitaciones y tienen capacidad para alojar a 4.600 personas, casi el doble de la que ofrece la oferta hotelera.
En la comarca funcionan 46 hoteles (exactamente los mismos que hace cinco años), que cuentan con 1.446 habitaciones y 2.542 plazas. A estos se añaden 26 pensiones que disponen de 256 estancias y 503 plazas.
El Concello restringe las VT a plantas bajas, casas y edificios completos
A pesar de que la expansión de las viviendas turísticas es un hecho, el Concello capitalino es uno de los que ha intentado ponerle freno. ¿Cómo? Tomando como referencia lo que dice el PXOM de 1989 sobre los usos terciarios y restringiendo las autorizaciones para viviendas de uso turístico a tres supuestos: que estas estén ubicadas en la planta baja o el primer piso de edificios residenciales, que sean en viviendas unifamiliares o que el edificio para el que se solicita la autorización se destine en su totalidad a esa actividad.
La decisión del Gobierno local tiene sus detractores entre quienes se dedican a este negocio, pero ha sido refrendada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). De hecho, el Concello ordenó el cese total de una VT ubicada en un cuarto piso de la calle Sagasta (que ya había sido denunciada por la comunidad de propietarios) y tanto el Juzgado Contencioso-Administrativo como el TSXG dieron la razón al Ayuntamiento.
A nivel autonómico, la Xunta aprobó en 2017 un decreto que regula las viviendas de uso turístico y que obliga a darlas de alta desde ese ejercicio. La norma también obliga a tener las viviendas amuebladas, disponer de un teléfono de contacto hábil las 24 horas y contratar un seguro de responsabilidad civil. Su incumplimiento puede derivar en multas de hasta 90.000 euros.