La búsqueda de Sonia Iglesias comenzó en las marismas de Alba y siguió por el río Lérez y O Vao

Los despliegues desarrollados por tierra, mar y aire congregaron tanto a policías como a numerosos vecinos

Reconstrucción del recorrido de Sonia Iglesias tras su desaparición, el 18 de agosto de 2010. DP
photo_camera Reconstrucción del recorrido de Sonia tras su desaparición, el 18 de agosto de 2010. DP

Desde que saltara la alarma por la desaparición de Sonia Iglesias, el 18 de agosto de 2010, las fuerzas de seguridad pusieron en marcha un amplio dispositivo de búsqueda que se llevó a cabo por tierra, mar y aire.

La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), junto a miembros de la Policía Local y la Guardia Civil, y posteriormente con la colaboración de numerosos voluntarios, rastrearon zonas del municipio que se consideraban claves en la investigación.

Las marismas de Alba, el río Lérez, el entorno de O Vao e incluso la parroquia de Alba fueron algunos de los lugares que los agentes peinaron en las primeras semanas de la investigación en busca de alguna pista sobre el paradero de la joven. En la propia ciudad, los efectivos policiales siguieron el rastro de la exdependienta de Massimo Dutti en Pontevedra hasta reconstruir el recorrido realizado aquel día de agosto hasta que se le perdió la vista. Tampoco se dejó de rastrear el entorno de la vivienda de Sonia Iglesias, donde hasta su desaparición convivía con Julio Araújo y el hijo de ambos, en Campo da Torre.

Mientras el helicóptero 'Angel' sobrevolaba el cielo pontevedrés, los agentes rastreaban el Lérez y los montes del municipio

 

Ya en aquellos primeros momentos la UDEV registró la casa ubicada en el barrio de San Mauro donde había residido la desaparecida con su entonces pareja. En este lugar se halló una pistola, aunque posteriormente se concluyó que no era relevante para el caso.

Mientras el helicóptero Ángel de la Policía Nacional sobrevolaba día tras día el cielo pontevedrés, en busca de algún indicio, por las marismas de Alba, el poblado de O Vao o los márgenes del Lérez, por mar, unidades acuáticas remontaban el Lérez sin resultados.

También en 2010 se organizaron batidas de ciudadanos que recorrieron los montes del municipio, aunque no hallaron pistas que arrojasen algo de luz sobre el paradero de Sonia.

Tras la reapertura de la causa, el pasado verano, a raíz de nuevos informes policiales, la vivienda de San Mauro se ha convertido en centro de la investigación y donde en los últimos días se llevó a cabo una búsqueda minuciosa de nuevas pistas. Hasta treinta agentes participaron en las tareas que llevaron a cabo tanto en el interior de la casa como en la finca adyacente con la ayuda de un georradar, llevándose numerosos objetos.

Este jueves todas las miradas están puestas en el panteón de la familia Araújo, en San Mauro, aunque por el momento no ha sido registrado por la Policía.

Comentarios