Nueve de cada diez hogares pontevedreses separan los residuos para su reciclaje

En el ranking de buen uso de los colectores en las siete ciudades gallegas, la capital del Lérez está justo en mitad de la tabla
Un joven deposita un envase de plástico en el correspondiente contenedor amarillo. DAVID FREIRE
photo_camera Un joven deposita un envase de plástico en el correspondiente contenedor amarillo. DAVID FREIRE

Reducir, reutilizar, reciclar. Son tres consignas que a estas alturas todo el mundo debería tener interiorizadas y aplicar en su vida diaria. Y aunque la mayoría ya lo hace, todavía hay hogares que no separan los residuos que generan. En la ciudad de Pontevedra, el 93,2% de las familias sí utiliza debidamente los distintos contenedores. Pero aún hay un 6,8%, -es decir, 2.231 viviendas-, que tiran al mismo colector toda su basura y les da lo mismo que se trate de vidrio, papel, envases o restos orgánicos, impidiendo así poder darle una segunda vida mediante el reciclaje.

Así lo muestra la última "Encuesta de características esenciales de la población y las viviendas" publicada por el Instituto Nacional de Estadística, un estudio según el cual Pontevedra está justo en mitad del ranking de las siete grandes ciudades gallegas.

La capital con mejor comportamiento en este sentido es A Coruña (pues allí separan los residuos el 93,4% de los hogares), seguida de Santiago (donde la tasa es del 93,3%) y de Ourense (con una proporción del 93,25%).

En el lado contrario, las tres urbes con datos peores a los de la Boa Vila son Lugo (donde separan el 91% de los hogares), Ferrol (el 90,2%) y Vigo (donde la tasa es únicamente del 89,7%). De hecho, solo en la ciudad olívica hay 11.909 viviendas en las que mezclan todos los residuos, ignorando el hecho de que reciclar ahorra materias primas, energía y agua; reduce las emisiones de gases de efecto invernadero y disminuye la dependencia del petróleo; y además, genera nuevos puestos de trabajo y tejido industrial, unos beneficios enormes por algo tan sencillo como verter cada cosa en su contenedor correspondiente.

Hogares más comprometidos

En la capital del Lérez, los tipos de hogares más comprometidos con la separación de residuos son los formados por parejas sin hijos. En ese caso, el 95% depositan el papel y cartón en el colector azul, los envases en el amarillo, el vidrio en el verde y los orgánicos en el marrón o en los composteiros.

Las parejas con hijos que conviven en casa también recurren bastante a esta práctica (lo hace el 94,5% ); pero los hogares unipersonales y los monoparentales (padres o madres solos con hijos convivientes) muestran un compromiso bastante menor, pues en esos casos los porcentajes de viviendas que separan su basura son del 91,4% y del 90,8%.

En el grado de implicación con la separación de residuos también influye el nivel de estudios de las personas que forman el hogar, siendo las familias con estudios superiores las que se preocupan más por el cuidado del medio ambiente y lo demuestran clasificando su basura.

En lo que respecta a los tipos de residuos, los que más separan los pontevedreses son el papel y el vidrio, con un 86% de familias que se ocupan de no mezclarlos con el resto de desperdicios. Los envases se separan en un 84% de las viviendas y la basura orgánica es la que, de momento, suscita menos compromiso con la sostenibilidad, pues en ese caso solo la separan el 72% de las familias que residen en la capital del Lérez.

Con todo, los datos van mejorando cada año, en gran medida gracias al repunte del compostaje que vienen impulsando tanto el Concello de Pontevedra como la Deputación Provincial. Así, el año pasado los envíos a Sogama se redujeron por cuarto ejercicio consecutivo. La planta que la empresa pública tiene en Cerceda incineró en 2022 un total de 27.747,31 toneladas de basura procedente de la capital provincial, lo que supuso 156,69 toneladas menos que en 2021 (una reducción del 0,56%).

Una vez que la Administración municipal disponga de la planta de compostaje programada en A Canicouva, su previsión es tratar allí unas 7.000 toneladas de biorresiduos al año procedentes de los contenedores marrones de la ciudad y de ningún otro ayuntamiento. Además, a mayores contempla la posibilidad de crear una línea de envases y vidrio, lo que convertiría esta instalación en un centro de tratamiento y separación.

Paralelamente, el Concello de Pontevedra está buscando una mayor implicación de la hostelería en el reciclaje de los restos de comida. Aunque la nueva Ley de Residuos, en vigor desde abril del año pasado, obliga a establecimientos como bares y restaurantes a recoger de forma separada los biorresiduos, la mayoría no cumple con lo que marca el reglamento. Por este motivo, el Gobierno local ha anunciado ya la puesta en marcha de una campaña de sensibilización y ya ha llevado a cabo la primera charla dirigida a la Federación Castelao. A partir de ahora también las extenderá al sector de la hostelería e incluirá en la iniciativa a representantes de empresas, entidades ecologistas y otras fuerzas vivas.

Comentarios