Más hogares unipersonales, más personas mayores y menos niños. Es el escenario social que enmarcará la década de 2030 en la provincia y que plantea nuevos retos a la ciudadanía.
Los datos de proyección de la población publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sostienen que casi un tercio de los pontevedreses vivirán solos en un plazo de quince años y que otro 32% de hogares de la provincia sumará dos habitantes, cinco puntos más que actualmente.
En total, en el horizonte de 2033, es decir, en diez años, en la provincia habrá 389.991 hogares, lo que supone un 6% más que en la actualidad.
Y es que, aunque la tendencia es similar en toda Galicia, lo cierto es que mientras se prevé que otras provincias vean menguada su población en la próxima década (hasta un 11,5% Lugo y Ourense un 9% ), en Pontevedra la cifra de residentes podría aumentar hasta un 1%.
Por otra parte, el envejecimiento poblacional implica además que la provincia estrene 2030 con un 27% de mayores de 65 años. Por otra parte, la cifra de menores de 18 años será un 14,6% del total de la población prevista, con lo que la pirámide poblacional cambiará de forma, siendo más ancha en la cúspide y más estrecha cuanto más desciende la edad, si no se corrigen las bajas tasas de natalidad actuales.
En cuanto a los hogares, el INE calcula que en el plazo de 10 años Pontevedra contará con 107.089 viviendas con una única persona residente, lo que supone un 16% más de las que constan en la actualidad. La cifra de hogares unipersonales en la provincia sube al 30% del total si se observa la proyección a quince años. Y lo mismo ocurre con las viviendas con dos ocupantes, que seguirán siendo mayoría y supondrán un 32% del total de hogares.
Así, la provincia alcanzaría las 128.811 viviendas con dos residentes en 2037.
Por otra parte, los hogares con más habitantes irán en descenso. Los de tres habitantes pasarán de los 82.880 actuales a 82.318 en diez años y 81.130 previstas para 2037.
Acusada será también la reducción de viviendas con cinco o más ocupantes, que en la próxima década bajarán hasta un 17,3%, mientras que los de cuatro personas caerán un 13% , datos del análisis de proyección de población del INE correspondientes a 2037.
La tendencia no es la misma si se analizan las cifras a nivel nacional, ya que en este caso los hogares con tres ocupantes y con cinco irán en aumento.
Echando la vista atrás, se puede comprobar que eran mayoría precisamente los hogares con más habitantes. Un ejemplo, hace veinte años, la provincia tenía un 23% menos de hogares y los de tres y cuatro residentes suponían el 42% del total, mientras que solo el 17,4% eran unipersonales.
Se prevé que la ocupación media de los hogares siga en descenso, llegando a 2,41 en 2030 y a 2,34 residentes por vivienda en 2037.
Amada Traba: "O gran reto da sociedade que vén é o coidado do planeta e o coidado das persoas"
El envejecimiento poblacional es uno de los grandes retos de la sociedad que viene, tal y como se desprende de numerosos estudios realizados sobre la cuestión demográfica.
"Vai supoñer un cambio moi rápido en pouco tempo nun modelo de sociedade que está baseado nos seres humanos como seres produtivos", analiza la socióloga y profesora de la Universidade de Vigo Amada Traba. "Desde o punto de vista capitalista, e de produtividade, soaron todas as alarmas", observa la experta. "Non é o mesmo montar a sanidade para unha poboación nova que para unha poboación maior que a partir dos 70 anos empeza a ter problemas serios", explica Traba. "Todo isto plantea retos moi serios para traballar: o sistema de atención á dependencia, as pensións, o sistema sanitario...".
Os datos demográficos fan necesario que o coidado sexa o eixo en torno ao que se estruture a economía e o deseño social
El hecho de que la sociedad tienda a tener cada vez menos hijos y a formar unidades de convivencia cada vez más pequeñas supone también un "reto de organización" para los sociólogos. "Desde o punto de vista do benestar tamén. Non é só a cuestión física, senón que o benestar dos maiores depende moito da compañía, da comunicación...".
"Vai cambiar todo pronto porque os datos o que nos din é que os maiores de sesenta anos vanse duplicar neste século, e vai aumentar de xeito considerable o número de centenarios, van supoñer proporcións ata o de agora inexistentes", indica la profesora de la UVigo, que apunta a que el aumento de la esperanza de vida y el descenso de las tasas de fecundidad y natalidad constituyen factores determinantes para el devenir de la sociedad futura.
"Isto supón uns retos moi importantes desde o punto de vista de xénero. Primeiro, porque as mulleres temos un estilo de vida cada vez máis parecido ao dos homes; ademais elas son as que coidan. e este modelo configurou un escenario no que as mulleres coidan gratis. Iso nos pon de fronte á necesidade de cambiar o modelo social onde o coidado sexa o eixo en torno ao que se estruture a economía e o deseño social", señala Amada Traba, que apunta a que la mayor esperanza de vida en las mujeres, una diferencia que cada vez es menor, deriva en que muchos de esos hogares unipersonales estén ocupados por mujeres mayores de 65 años.
Para la socióloga, los cambios demográficos van a impulsar otro modelo social que desvíe el foco de la productividad y lo sitúe en los cuidados."Ao mellor resulta que as xornadas de traballo non poden ser as que son agora. Se partes da idea de que quen produce non ten máis necesidades nin obrigas que traballar e o resto é ocio e descanso, estaste equivocando. Hai que sacar o foco da produción e colocalo na sociedade, no colectivo, na sostibilidade humana e no coidado das persoas e do planeta".