Uno de cada diez pacientes del área sanitaria padece asma, la mayoría por alergia

La Unidad del Asma del CHUP, la primera multidisciplinar de Galicia, asiste a 600 pacientes con asma grave, de los que un centenar ya son tratados con terapias biológicas
Un hombre sujetando un pañuelo. JAVIER CERVERA (ARCHIVO)
photo_camera Un hombre sujetando un pañuelo. JAVIER CERVERA (ARCHIVO)

Hasta el 10% de la población adulta y el 15% de la población infantil padecen asma, una enfermedad respiratoria con la que cada vez es más fácil convivir, pero que sigue causando fallecimientos a todas las edades. 

El Área Sanitaria de Pontevedra y O Salnés registra una prevalencia similar al de otros territorios, pero con la (importante) diferencia de que dispone de la única Unidad del Asma multidisciplinar y acreditada a nivel Galicia, donde varios especialistas comparten cuadros clínicos para afinar diagnósticos y perfilar tratamientos. 

Coincidiendo con el Día Mundial del Asma, celebrado este martes, el responsable de la unidad, el jefe de Neumología, Adolfo Baloira, explica cómo se comporta esta patología, quién la padece y cuáles son los principales tratamientos para tratar los síntomas. 

Qué es y por qué se produce

El asma es una enfermedad respiratoria en la que se produce una inflamación en los bronquios que dificulta la respiración. Baloira puntualiza que hay casos en los que aparece por la exposición a sustancias que provocan alergia, sustancias irritantes y virus; y que hay otros casos "más endógenos, en los que no hay un claro desencadenante exterior". 

De entre todos los perfiles, los más frecuentes son los asmáticos que padecen la enfermedad como consecuencia de una alergia, que representan la mitad del total. Las sustancias detonantes son muy variopintas e incluyen desde ácaros a alérgenos presentes en la caspa de gatos, diferentes hongos y plantas como las gramíneas. 

La enfermedad también tiene un importante "componente hereditario" y en general está acompañada de "cambios genéticos" que hacen que los bronquios reaccionen de forma abrupta frente a situaciones que apenas generan reacción en las personas no asmáticas.

Además, como ocurre con muchas otras patologías, el tabaquismo es un factor que juega en contra, ya que favorece la irritación de las vías áereas. 

Incidencia en la población

El asma es una de las enfermedades respiratorias crónicas más frecuentes. El neumólogo del CHUP apunta que los estudios más recientes dicen que la enfermedad afecta a entre el 8% y el 10% de la población adulta y que en los niños menores de 12 años se puede llegar al 15%. Así, en un área sanitaria como la de Pontevedra y O Salnés, a la que están adscritos más de 300.000 pacientes, podrían existir en la actualidad cerca de 30.000 casos

La ventaja para quienes la padecen temprano es que "habitualmente, la enfermedad mejora durante la adolescencia" e incluso llega a desaparecer. 

Principales síntomas

Uno de los grandes hándicaps es que el asma es una de las enfermedades que se identifican peor, "tanto por defecto como por exceso de diagnósticos". Todo porque "no hay criterios estrictos" que conducen al reconocimiento de la patología, sino que el dictamen llega tras "una suma de síntomas y alteraciones en los análisis".  

A pesar de todo, lo habitual es que, cuando la enfermedad se manifiesta, el paciente sienta pitidos al respirar y la sensación de dificultad respiratoria. Unos episodios que, por norma general, son imprevisibles y avanzan muy rápido. "Una persona asmática puede estar perfectamente y a los pocos minutos presentar muchas sibilancias (pitidos) y dificultades respiratorias que incluso pueden poner en riesgo la vida", advierte el especialista.

Los casos más graves

Actualmente, la Unidad del Asma del Área Sanitaria tiene en seguimiento a más de 600 pacientes con asma grave, mientras que los servicios de urgencias asisten anualmente a un promedio de entre 150 y 200 pacientes con asma agudizado. "Sobre todo, en el invierno, porque los virus son factores de riesgo".

Entre los tipos más graves de asma, destaca el asma que aparecen en mujeres perimenopaúsicas (que están alrededor de la menopausia), en las que la enfermedad tiene un alto grado de componente hormonal. "Son de los casos más complejos y responden bastante regular al tratamiento", puntualiza Baloira. 

Además, entre un 3% y un 5% padecen asma grave no controlada, con síntomas más frecuentes de lo habitual y peor respuesta a los fármacos.

Últimos tratamientos

El abordaje terapéutico de la patología sigue contemplando tratamientos clásicos, como los conocidos inhaladores, pero desde hace unos cinco años los casos más complejos están siendo abordados con terapias biológicas, unos fármacos que se inyectan de forma periódica y que bloquean las sustancias o células que activan la enfermedad. "El nivel de tolerancia es excelente y son muy eficaces. Muchos casos mejoran de una forma espectacular", apunta el especialista.

Actualmente, cerca de 100 pacientes del área sanitaria son tratados estos medicamentos biológicos, mientras que el resto suelen tener indicada una inhalación diaria de un inhalador que combina broncodilatarores y derivados de la cortisona. Y no solo en los episodios asmáticos, sino durante largos períodos de tiempo o incluso con carácter crónico "para controlar la inflamación y evitar que aparezcan las crisis".

Mortalidad

En los casos en los que la enfermedad lleva años sin dar señas, se puede probar a suspender el tratamiento. En cambio, las personas asmáticas que tienen habitualmente síntomas siempre deben llevar consigo un inhalador, "porque actúa muy rápido y pueden salvar al paciente de una crisis". De hecho, Baloira ratifica que, pese a los avances, "todavía se mueren pacientes" y la mayoría es "porque no sigue bien su tratamiento" o porque sufre una crisis en un lugar sin acceso a fármacos. "La mortalidad es baja, por debajo de un caso al año por cada 100.000 habitantes, pero lo triste es que en muchos casos son jóvenes en los que se podría haber evitado".

Una patología que abordan Alergología, Urgencias, Farmacia y Otorrinolaringología 
La Unidad del Asma del Área Sanitaria fue la primera de Galicia en obtener un carácter multidisplicinar, con la incorporación no solo de Neumología, sino también de los servicios de Alergología, Urgencias, Farmacia y Otorrinolaringología. La unidad incluso dispone de unos estatutos propios de fundación y permite que los médicos de Primaria recurran a ella mediante la teleconsulta. 

El departamento dispone de una consulta semanal en Neumología y de otra en Alergología, dos servicios que interactúan entre sí a la hora de hacer pruebas y tratamientos. Los profesionales de Urgencias tienen «contacto directo» con la unidad y Farmacia colabora en la instrucción sobre el manejo de los tratamientos, especialmente los biológicos.

Afectación en la nariz
En el caso de Otorrinalaringología, la adhesión se debe a que hasta un 30% de los pacientes con asma tienen afectación en la nariz y sufren rinitis y pólipos nasales, unos tejidos que son benignos pero que pueden resultar molestos. "Los otorrinos nos derivan  estos casos y, si hay indicación, quitamos esos pólipos y damos unos tratamientos que suelen ser muy efectivos. Uno de los casos más recientes fue el de una chica con asma moderada que tenía este tipo de pólipos y que hacía 14 años que carecía de olfato. La tratamos y después de la segunda dosis estaba feliz, porque había vuelto a oler", señala Adolfo Baloira. La consulta funciona con citas, si bien "los pacientes más graves tiene vía libre para ir cuando empeoran".